El primer ministro griego, Alexis Tsipras, insistió hoy ante la canciller alemana, Angela Merkel, en la necesidad de abrir «un diálogo» sobre las compensaciones que su país reclama por los estragos causados por la ocupación nazi, cuestión que el Gobierno de Berlín da por zanjada, jurídica y políticamente.
«Tenemos que superar juntos las sombras del pasado», afirmó el líder del partido izquierdista Syriza durante la comparecencia conjunta con la canciller ante la prensa, tras la primera reunión en formato bilateral entre ambos en Berlín.
Tsipras aseguró que las reclamaciones que plantea su país no son, en primera línea, «de tipo material», sino un tema «moral y ético», y citó concretamente el crédito que los nazis obligaron a Atenas a concederles -y que nunca fue liquidado- en concepto de «gastos de ocupación».
El primer ministro recordó, además, que estas reclamaciones no son «nuevas», ya que las han venido formulando sus antecesores en repetidas ocasiones, al tiempo que descartaba que su país pudiera «expropiar» instituciones alemanas en Grecia, como el Instituto Goethe.
Tsipras quitó hierro a esas amenazas, a pesar de que habían sido formuladas recientemente desde su propio Gobierno, y desvinculó asimismo la cuestión de las reparaciones de la actual discusión sobre la deuda griega y los problemas de liquidez de su país.
El pronunciamiento del primer ministro griego sigue a la propuesta formulada ayer por su titular de Exteriores, Nikos Kotziás, de crear un «comité de sabios» para analizar esa cuestión, iniciativa que fue rechazada, ya antes de la llegada a Berlín de Tsipras, por fuentes gubernamentales alemanas.
Frente a esas llamadas al diálogo, Merkel insistió ante su interlocutor en que para Alemania la cuestión está zanjada, para reconocer a continuación la responsabilidad histórica de su país por las víctimas del nazismo.
«Alemania asume esa responsabilidad muy, muy en serio, independientemente de cuál sea la nacionalidad de esas víctimas», sentenció la canciller.
La cuestión de las reparaciones divide a Atenas y Berlín desde hace décadas, pero ahora cobró fuerza de nuevo, al aprobar el Parlamento griego la creación de una comisión para evaluar esas reclamaciones.
Alemania da el asunto por cerrado, en virtud de los acuerdos suscritos en 1953 en Londres con varios países, y, ya en 1990, con el Tratado «2+4» entre las dos Alemanias y las potencias vencedoras de la II Guerra Mundial- que posibilitó la reunificación del país.
Atenas argumenta que los acuerdos de la postguerra incluían una moratoria revisable hasta la firma de un Tratado de Paz -que no llegó a firmarse nunca-, y que en los pactos de 1990 Grecia no estuvo presente.
DC | EFE