Aunque existen diferentes niveles de quemaduras y las más graves deben verse inmediatamente con el médico, lo cierto es que hay algunas más leves que sufrimos en la cotidianidad y que pueden ser tratadas con remedios caseros muy eficaces.
Un remedio apropiado para las quemaduras es colocar en la zona dañada un pedazo de algodón mojado en aceite vegetal. El aceite de castor se reconoce especialmente porque refresca la zona quemada y ayuda a sanar la herida.
La harina de trigo puede emplearse para curar las quemaduras si se aplica en la lesión. La humedad que se produce sobre la superficie quemada es absorbida por la harina formando una pasta que impide la entrada del aire y mantiene la cubierta húmeda y flexible.
Si la lesión es un poco más severa y la cubierta se seca, es menester enjuagar de inmediato con cuidado y poner harina fresca.
La papa también ejerce un efecto refrescante sobre las quemaduras. Se deben rallar y aplicar en el área lastimada y cambiar frecuentemente.
La miel produce alivio inmediato en las quemaduras leves. Solo debes embadurnar con miel un trozo de algodón y aplicar sobre las lesiones.
El bicarbonato de soda es otro buen remedio contra las quemaduras. Se puede rociar un poco directamente sobre la herida o hacer una solución saturada de soda, mojar un paño suave y aplicar cuidadosamente en la zona afectada. Debe cambiarse conforme se seque. Retira una vez el dolor se alivie.
Las quemaduras profundas deben ser debidamente cubiertas. Un remedio casero es taparlas con una gasa empapada en uno de los siguientes ungüentos:
Las claras del huevo sirven como una cubierta refrescante para las quemaduras. Evita que el aire entre y previene el dolor y la inflamación.
Estos remedios caseros son muy útiles para tratar las quemaduras menos severas, pero recuerda siempre que si las lesiones son de gravedad se requiere acudir al médico inmediatamente.
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