Entre los policías son dos los pecados capitales: El primero, delatar al compañero; y el segundo, hacer armas en su contra. El viernes en la noche alguien transgredió el último y lo hizo en contra de Deivis Vitelio Urdaneta Castillo, un detective de 22 años, cuyo cadáver hallaron baleado en el sector El Caimito del municipio Mara.
Nadie conoce la razón del crimen, pero lo cierto es que las sospechas recaen sobre dos de sus compañeros de trabajo y un exfuncionario expulsado en el 2009. Al parecer iban camino a Machiques, en la subregión Perijá, donde nacieron y tienen sus residencias. Se trasladaban a bordo de un Ford Fiesta azul.
Los parientes explicaron que el pasado viernes a las 10.00 de la mañana, Urdaneta entregó su guardia en la sede del cuerpo detectivesco de Paraguaipoa y partió para su pueblo natal, pero nunca llegó. A las 9.00 de la noche hallaron su cuerpo. Cerca del lugar donde yacía el cadáver estaba el mismo carro en el cual salió horas antes. Estaba en medio a un lado del camino y con las llaves en el encendido.
El peso de la ley
Urdaneta salió de la subdelegación Paraguaipoa en compañía del detective David Taborda, supuesto dueño del carro; otro funcionario conocido como David Madera y el expolicía, Yohandry Fernández. En la noche y poco antes de llegar a una cauchera, en El Caimito, los sujetos abrieron fuego en múltiples ocasiones en contra del novel investigador.
Los Urdaneta señalaron que una comisión de la Policía de Mara interceptó y detuvo a los sujetos minutos después de cometer el crimen, pero estos eludieron a los uniformados después de identificarse como miembros de la Policía científica. «Seguro que les pagaron para que los dejaran ir».
La madre del occiso pidió a Freddy Bernal, coordinador de la Comisión Presidencial para la Reforma Policial, que intervenga al cuerpo de seguridad cuanto antes para limpiarla de los elementos como los que supuestamente asesinaron a su hijo.
Mientras los deudos de Urdaneta esperan que eso suceda, los efectivos del Eje de Homicidios realizaban allanamientos en el sector Nueva Lucha, en Mara, para dar con el paradero de los homicidas. Al cierre de esta edición continuaban las investigaciones y el rastreo de los sospechosos.
Deivis Vitelio Urdaneta Castillo (22) Era el mayor de dos hermanos y estudió hasta sexto semestre de Educación Física.
6 tiros acabaron con la vida de la víctima.
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