No es fácil conversar. Antes de hacerlo se asegura de que no esté nadie sospechoso al lado, ya que puede haber un “garitero” (persona que custodia e informa desde las alcabalas) a pocos metros. Sus palabras manan con lentitud y detalle, específicamente en una vía que le trae recuerdos que para él no son nada gratos.
El camino tampoco es fácil: tiene sus altos y bajos. El polvo se levanta cada vez que pasa una moto. Es la ruta del sector La Fría, luego se pasa la de Los Peregrinos, la cual conecta con el fundo Atenas, escenario de la supuesta desaparición forzada de al menos 17 mineros.
El hombre que por medidas de seguridad será llamado Juan, a fin de resguardar su identidad. Asegura haber estado ese día en la mina. Cuenta que llegó temprano, pero horas después hubo una especie de confusión: los dueños de los detectores de oro los recogieron y se fueron.
No entendieron por qué, pero sin eso no pudieron seguir trabajando. Por ello se fueron al campamento a cocinar. Asegura que se quedaron sin agua y por eso se trasladó él junto a otros compañeros a un manantial que está en un cerro.
“Cuando veníamos de regreso tenían a todos acostados a punta de pistola. ¿Y qué paso aquí?, era la pregunta que nos hacíamos todos. Estando ahí llegó un camión 350, blanco, ya traía algunos cadáveres en la platabanda y junto a ellos llegó ‘el Topo’, en una camioneta Toyota 4Runner blanca”.
El temor
El hombre, que asegura tener varios años desempeñándose como minero, explicó que el Topo se encarga de reclutar a mineros, a fin de tener mayor poder y territorio.
“Él (el Topo) dijo algo que nunca se me va a olvidar, bueno todo esto a mí nunca se me va a olvidar porque es primera vez en la vida que vivo una situación de esta. Sus palabras fueron ‘yo no me muevo por marisqueras, ni pajuatadas’, él se mueve es porque va hacer una limpieza general”.
Aseguran que Hendry Norberto Bonalde conocido como el Topo, busca es “sacar el estorbo del camino y quiere comandar toda la región”. Sumó “en el camión 350 alcancé a ver cuatro cadáveres. Logré ver un señor que le dicen el Guajiro, a él lo tenían encargado de montar los cuerpos. Los pasaba del 350 a un camión volteó que está en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) ahorita. A un vecino lo obligaron a montar los cuerpos y contó 39”.
Admite que en la mina había integrantes de la banda ‘el Potro’, los cuales viven en el barrio La Caratica. “El Topo no intercambia palabras con nadie. Viene a lo que viene y listo, limpió y se fue. Él no está de vamos a sentarnos hablar, ni nada”.
Huir
El minero afirmó que él logró escaparse en compañía de seis personas más. “Nos fuimos para la montaña, desde el pasado viernes hasta el domingo, que salimos por un sector que se conoce como La Carata”.
“El Topo tiene un modo de operar muy estratégico. El gobierno lo apoya”. Asegura haber visto a dos embarazadas “que estaban muertas en el camión, no las vi descuartizadas. Ellas son las que llevan la bodega (vender productos). Yo vi a una de las muchachas que está en la pancarta de desaparecidas que la obligaban, junto a otro chamo que también su foto está ahí, a montarse en el camión. A ellos los subieron vivos”.
Mantiene que la mano derecha del hombre de ascendencia colombiana es un sujeto apodado Miguelito.
Juan cierra su relato: testimonio que cuenta con el miedo y el pesar de quien vio la muerte de cerca. La muerte de aquellos que falta de acciones del Estado, hoy forman parte de esa lista de desaparecidos que, hasta ahora, sigue sin definirse.
DC | Correo del Caroní