2. No desayunar. Las personas que no toman desayuno no poseen un nivel óptimo en azúcar y proteínas. Estos nutrientes son necesarios, sobre todo en las primeras horas del día, ya que evitan la degeneración del cerebro. Así lo señala Organización Mundial de la Salud (OMS).
3. Dormir poco. De acuerdo a un estudio publicado por el Journal of Neuroscience, el sueño aumenta la reproducción de las células que participan en la formación de la mielina, el material aislante en las proyecciones de las células nerviosas en el cerebro y la médula espinal.
4. Falta de actividad física. Una investigación publicada en la revista Neurobiology of Aging, sugiere que el ejercicio puede cambiar la estructura y el funcionamiento del cerebro, lo mantiene saludable.
5. Consumo alto en azúcares. El exceso de azúcar interrumpe la absorción de proteínas. Si el cuerpo no consume de manera correcta diversos nutrientes, el desarrollo del cerebro se ve interferido por la mala alimentación, así lo indica la OMS.
6. Forzar al cerebro durante una enfermedad. Trabajar o estudiar mucho cuando se está enfermo es muy dañino para el ser humano. El realizar frecuentemente este hábito, provocará una disminución en la eficacia de este órgano a largo plazo. Se recomienda descansar cuando uno está mal de salud.
7. Reacciones violentas o estrés. Debes tratar de evitar cualquier reacción sorpresiva o estrés, ya que causan el endurecimiento de las arterias del cerebro. Si éstas se fortifican, la capacidad mental disminuye con el tiempo.
8. Medios ambientes con contaminación. El cerebro es el órgano que más consume oxígeno. Si se está por mucho tiempo en algún lugar contaminado, se disminuirá el suministro de oxígeno al cerebro. Como consecuencia habría una deficiencia cerebral.
9. Ser solitario. La corteza prefrontal, una región del cerebro situada sobre los ojos, es más grande cuanto mayor es el número de amigos con los que contamos, según un estudio británico que publica la revista Proceedings of the Royal Society B.
10. No comer las cantidades adecuadas. Investigación publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) señala que tras estar a dieta se activan genes ligados a la longevidad y al buen funcionamiento del cerebro.