Alrededor de 500 oficiales de las fuerzas especiales de la policía de Brasil están reforzando la vigilancia en la favela de Río, el Complexo do Alemao, según las autoridades brasileñas.
En esa favela, donde viven más de 70.000 personas, los enfrentamientos entre narcotraficantes y policía se han disparado.
Cientos de personas se manifestaron en contra de la violencia el fin de semana pasado, culpando a la policía por la muerte del niño.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, expresó a través de un comunicado su «solidaridad» con los padres e instó a la policía a investigar los hechos para castigar a los culpables.
DC | BBC