Después de 21 años de servicio, el superintendente de mantenimiento Diego Carrero, sale de CVG Carbonorca de una forma inesperada para él.
No lo hace porque quiere, ni por las adversidades de una industria cuya capacidad productiva se reduce a nada, sino por una decisión de la presidencia de la fábrica que, en las últimas semanas, ha ocupado a todo su personal en una campaña antiimperialista. Él no firmó en contra del Decreto Obama.
“El 25 de marzo en la mañana nos reunimos, como siempre, los superintendentes, gerentes de operaciones, gerente general. El gerente general comenzó hablando sobre las firmas en relación a lo del decreto de (Barack) Obama, hizo una exposición sobre eso y luego preguntó quienes habían firmado. Muchos dijeron que sí, hasta que me preguntó: “¿Diego tú firmaste? Y yo le dije que no había firmado y también le dije: no he firmado y tampoco voy a firmar”.
Una hora después un personal de la Gerencia de Relaciones Laborales le llevó la carta a su oficina. “Hemos tomado la decisión de prescindir de sus servicios a partir de la presente. Muy agradecido por toda la colaboración prestada”, expone una carta sucinta.
Eso es, básicamente, lo que le hace pensar que su despido es por razones políticas. “La carta no dice nada, ni nadie me ha explicado por qué me están despidiendo”, dijo este miércoles, 14 días después de que la gerencia tomara la decisión.
¿Después de 14 días, ¿por qué decide hacer este manifiesto?
– Yo estoy aquí hoy es por mi familia. Yo pienso que cuando le tocan la familia, uno tiene que salir aunque sea a decir algo. Y Carbonorca me duele, porque me ha dado todo lo que tengo, me ha impulsado en mi vida social y familiar.
¿Qué otro tipo de presión política hubo en los últimos años hacia usted?
– Normalmente siempre ha habido reuniones donde le dicen a uno: ‘miren hay que ir a tal marcha’, ‘hay que ir’ todo el mundo, dicen ‘hay que ir’ como una imposición. Fui a una o dos, no a muchas. También me daban la instrucción de bajar la información al personal nuestro, y yo la bajaba porque -aunque no soy político yo no puedo hablar por los demás. Y cumplía con transmitirles la información al personal y las condiciones que estaban para tal o cual marcha, que si se daba el día libre u otra condición.
¿Por qué decidió no firmar sabiendo las consecuencias que esto podría tener?
Porque yo no creo en lo que se está manifestando en relación a esas firmas, siempre he tenido una relación de trabajo, una posición técnica. Si nos ponemos a ver cómo están las condiciones de las empresas es lamentable. No son las más idóneas para unas empresas que han tenido y tienen todo a la mano para que sean productivas, y una empresa que no es productiva no es sustentable. Afuera el que quiera firmar, que firme, pero dentro de la empresa eso no se puede mezclar. Yo pienso que uno está aquí es para aportar y hacer su trabajo, y meter la política partidista a las empresas es lo peor que se ha hecho en este país.
¿Cuál es su mensaje al Gobierno y a los trabajadores que pueden estar en una situación similar?
– Yo pienso que hay que trabajar con amor, si nosotros demostramos trabajo los que están arriba tienen que darse cuenta que lo están haciendo mal. Estas empresas pueden salir adelante relativamente rápido con amor, trabajando con amor, queriendo a la empresa como muchos de los que estamos en esa planta. Muchos que de repente no pueden hablar así como yo, pero hoy lo hago por esto que me está pasando, porque tengo este sentimiento de decepción de ver lo que está pasando, que se ha trabajado mucho y no se ven resultados.
Cinco días después de su despido, el presidente de la CVG, Justo Noguera, negó que se hiciera presión sobre los trabajadores para que firmaran en contra del Decreto de Obama.
“Que me lo vengan a decir, para ver quién está obligando, aquí no se obliga a nadie, aquí lo que hay es amor, paz, es esperanza y sobre todo hay es pro actividad, es decir, todo el pueblo de Guayana, todos los trabajadores de Guayana”, dijo Noguera a Correo del Caroní, minutos después de que en tarima -y un evento con trabajadores de confianza y militancia política- pasara revista al número de firmas recogidas en cada empresa con responsabilidad directa sobre cada uno de los presidentes. “Tenemos que duplicar este número de firmas”, ordenó el 30 de marzo.
Aunque se intentó conocer la versión de la gerencia de Carbonorca, el presidente de la estatal, Juan José Méndez, dijo no estar autorizado a emitir declaraciones sobre el tema y señaló que se reservaba las razones del despido.
Discriminación y derechos laborales
Sutracarbonorca y el Sindicato de Profesionales de Carbonorca (Supco) expresaron solidaridad con el ingeniero Diego Carrero, despedido el 25 de marzo por razones que asumen como políticas. “Lo que se le está haciendo es un pase de factura porque no comparte lo que está pasando en el país”, dijo el secretario general de Sutracarbonorca, Ramón Espino.
El secretario del sindicato de profesionales, Daniel García, informó que el caso fue llevado a la Inspectoría del Trabajo y que se intenta mediar por la vía política. “Mañana vamos a decidir qué acciones tomar”, dijo.
El artículo 89 de la Constitución Bolivariana de la República de Venezuela considera al trabajo como un hecho social con protección del Estado y prohíbe cualquier tipo de discriminación.
DC | Correo de Caroní