El pasado viernes 10 de Abril los venezolanos volvimos a sentir la desagradable sensación de otro viernes negro como el experimentado en 1983. Ese mismo día en horas de la mañana cuando comenzó a correr la noticia por todas las redes sociales, recibí varias llamadas telefónicas de amigos que estaban preocupados y alarmados por la reducción del cupo viajero establecida en la providencia de Cencoex publicada en la gaceta oficial número 40.636, la cual contempla la migración de casi cinco millones de personas a la banca pública.
Esta medida de Maduro clarifica que hay una crisis de gran magnitud por la falta de dólares y reservas. La misma no ataca los problemas medulares del país como son: el déficit fiscal, el desorden monetario y cambiario, el desmontaje de los controles, la inflación, el desempleo y el combate frontal a la corrupción. Son acciones aisladas, paños calientes que no van a la raíz del problema.
Desde el 2014 viene cayendo el ingreso petrolero en divisas, producto de la caída de los precios.
Esta decisión estaba en el ambiente porque ya varios analistas económicos habían advertido que a partir del mes de abril se vería la realidad de la caída de los precios del petróleo.
Hoy estamos ya con el precio del oro negro por debajo de los 50 dólares. Recordemos que nuestra principal fuente de divisas es el petróleo. Por cada 100 dólares que ingresan al país, 96 provienen de esa vía y el resto, de las actividades económicas no petroleras.
Pero, la escasez de dólares no sólo es producto de la caída de los precios. También obedece a la caída de la producción, debido a que PDVSA tiene grandes problemas operacionales que inciden mucho en las finanzas públicas del país.
Por otra parte, la magnitud de ese descenso en los volúmenes de producción fue de unos 3.700.000 barriles diarios en 1999 a una cifra que según pública la OPEP pudo haber llegado en febrero del 2015 a unos 2.344.000 barriles diarios. Es decir, estamos hablando de un declive de 1.356.000 barriles diarios en un periodo de 16 años.
Asimismo, esa insuficiencia de divisas también guarda relación con el saqueo que está siendo objeto Venezuela, que ha caído en manos de filibusteros, paracaidistas de boinas rojas e inescrupulosos, que hicieron del Tesoro Nacional una especie de botín de guerra con enconada disputa para ver a quien le toca la mayor parte. Entonces, la Venezuela decente se pregunta ¿Dónde están los dólares que han ingresado al país por concepto de venta de petróleo?
Es casi obligatorio rememorar al monje de la economía como le decían a Jorge Giordani, quien denunció que altos funcionarios del gobierno se robaron más de 25 mil millones de dólares de CADIVI a través de empresas de maletín y hasta ahora el gobierno no ha publicado la lista de los beneficiados con esa estafa a la Nación.
Partimos del supuesto de que no ha sido publicada, porque ellos son los responsables de toda esa situación, donde altos funcionarios de esa Institución desangraron la economía otorgando esa gigantesca cantidad para importaciones que nunca llegaron a Venezuela.
También se pudo descubrir gracias a la “Lista Falciani” una de las más grandes filtraciones después de Wikileaks de los últimos tiempos, que desde el 2005 al 2007, más de 12.000 millones de dólares del erario público estuvieron colocados en cuentas de la banca privada HSBC en Suiza. Así lo revela la “Lista Falciani”, que abrió un canal a la institución financiera y la expuso a investigaciones en varios países. El Banco del Tesoro y la Tesorería Nacional, a cargo de Marco Torres y Alejandro Andrade hicieron los depósitos en el cuestionado banco.
Cabe preguntarse ¿Qué uso y destino le dieron a esa millonaria suma? ¿Cuánto recibieron de comisiones? ¿Han rendido cuenta a los organismos contralores del país? ¿Fueron utilizados discrecionalmente estos fondos?..
Además, las noticias que llegan acerca de millonarias cuentas de funcionarios y ex funcionarios de los gobiernos del presidente Chávez y de Nicolás Maduro en Andorra, Panamá, Madrid y otros paraísos fiscales, lo que refleja un cuadro de putrefacción de un régimen donde la corrupción se ha hecho un modo de vida.
Por último, esta resolución de Maduro ha causado mucho dolor y pena a la clase media y hasta a los raspa cupos que hoy se encuentran en una especie de luto por este “corralito” que restringe las libertades de los ciudadanos y viola el artículo 50 de la Constitución. Lo cual es una muestra que en Venezuela se siguen violando los derechos humanos.
Estamos en luto viajero…
DC / Econ. Asnaldo Soto / asnaldosoto@gmail.com / @economiasinsecretos