El receptor venezolano Miguel Montero convenció a Jake Arrieta y Jason Hammel a llevarse de él en sus primeras aperturas de la temporada, y el resultado fue satisfactorio. Pero el consejo de Montero no siempre fue bien recibido. Sólo pregúntenle a Randy Johnson.
Montero recuerda un partido en el que ambos jugaban por los D-backs. El primer bateador conectó un doblete a un slider que se quedó colgado por parte de Johnson. Al siguiente bateador, Johnson volvió a lanzar un slider, y esta vez, el bateador conectó una línea que golpeó al zurdo en una pierna.
«Caminé hacia la loma y me miró a la cara», relató Montero. «[Luego me dice] ‘Tenemos que dejar de lanzarle sliders a este bateador’ Yo lo miré y le dije, ‘Tienes que evitar que se te queden colgados'».
Entonces, Montero se dio la vuelta y caminó de regreso al plato, y se dio cuenta de lo que había hecho.
«Después de que le dije eso, pensé que me iban a mandar de regreso a ligas menores», destacó Montero. «Eso no sucedió – después del juego, Randy vino a mi casillero y me dijo que yo tenía la razón».
Hay veces en las que Montero se equivoca. El venezolano recuerda un juego contra los Piratas cuando el cañonero Andrew McCutchen se voló la barda ante un lanzador novato de los D-backs al conectarle un cambio de velocidad.
«Me duele cuando uno de mis pitchers permite una carrera – lo tomo muy personal», reconoció Montero.
Denle crédito al ex receptor de Grandes Ligas, Bill Plummer, por haberle enseñado a Montero a enfocarse en la receptoría. Ahora, los Cachorros se están beneficiando de ello.
¿Montero también tiene la razón en casa?
«Mi esposa siempre debe tener la razón», expresó Montero. «Esposa feliz, vida feliz».
DC | UN