El Foro de Transporte Sostenible para América Latina (F.T.S), conjuntamente con el Banco Interamericano de Desarrollo (B.I.D), han realizado varios estudios para determinar el crecimiento del transporte y número de vehículos circulando en América Latina. Al cruzar los resultados con los estudios realizados por la Cámara Venezolana de Autopartes (CANIDRA), Cámara de Fabricantes Venezolanos de Productos Automotores (FAVENPA), en Venezuela se encuentran circulando 4.3 millones de vehículos de los cuales el 28% cumplieron ya su vida útil debido que tienen más de 15 años, lo que ha elevado la demanda de repuestos y autopartes que se encuentran pasando una severa crisis, por el déficit de otorgamiento de dólares por parte del gobierno, para lograr la importación de repuestos, lo que ha generado que la paralización de vehículos por falta de repuesto se incremente en un 19%, y el ingenio de profesionales en la mecánica que se han encargado de procesar injertos o híbridos de repuestos de una marca de vehículos para colocárselos a otros, lo que empeora más el problema, ocasionando, en muchos casos, accidentes de tránsito, acompañado del mal estado de las carreteras nacionales.
Venezuela al igual de Haití y Cuba representan el parque automotor más viejo del continente americano, generando problemas, debido a la paralización continua de éstos por mantenimiento, desperfectos o repuestos. En tal sentido, el uso de camiones, autobuses, micro buses, gandolas, motos, lanchas, aviones, bicicletas y vehículos, para la distribución de alimentos, transporte público urbano y extra urbano, genera retrasos, poca competitividad, pérdidas económicas y operatividad débil.
Bajo este escenario, muchas empresas y ciudadanos se han visto en la necesidad de desarmar un vehículo para armar otro, lo que incrementa el robo de autopartes, robo de vehículos, escasez y especulación en la venta de repuestos. Venezuela es el único país de América en el que un vehículo usado cada día cuesta más e inclusive que un vehículo nuevo de agencias venezolanas, lo cual ha generado precios irreales. Todo ello, afecta no solo la posibilidad de adquirir un vehículo, sino al mercado asegurador, debido al cobro de altas primas y perdidas en el valor de reposición por escasez e inflación. Muchos consumidores adquirieron vehículos de marcas como Chery, Lada, Chana, de modelos y años más nuevos y ahora se encuentran parados o transformados por falta de repuestos y mano de obra especializada en esos modelos. En tal sentido, los venezolanos ante su necesidad de vehículos y ausencia de éstos en el mercado, recurrieron a empresas que ofrecían la posibilidad de obtener vehículos nuevos a bajos costos, pero lamentablemente fueron víctimas de estafas, por parte de éstas.
Por otra parte, vehículos del transporte público de más de 15 años, han dejado de cumplir esa función por no ser atractivo los ingresos, viendo una oportunidad en el negocio del bachaqueo de combustible, por tener tanques de alto almacenamiento del mismo.
Bajo esta realidad, es necesario acotar que las empresas ensambladoras que están en Venezuela fabrican muy pocos carros lo que genera el pago de comisiones excesivas e irregulares para lograr obtener un vehículo nuevo y traerse un vehículo importado y repuestos con dólares al mercado paralelo, lo cual se hace muy difícil para las clases populares y media del país.
De seguir con el descrecimiento y atención al parque automotor venezolano estaremos en presencia del cementerio de vehículos más grande de América. Para lograr desarrollo y competitividad se necesita una fuerza motora que conecte al país, esa fuerza motora se está apagando poco a poco, lo que amenaza que muchas zonas queden aisladas por falta de transporte. Henry Ford dijo “Pensar es el trabajo más difícil que existe. Quizá esa sea la razón por la que haya tan pocas personas que lo practiquen”. Sin duda hace falta gobernantes que piensen en desarrollo y futuro de seguir así volveremos a la bicicleta y el caballo.
DC / S.H. Jesús Castillo Molleda / Profesor Universitario, Politólogo, Coach Político Locutor / jcastillo@fundacionzuliaproductivo.com / @castillomolleda