Tres hermanitos de 10, 7 y 5 años de edad fueron rescatados este lunes, en horas de la tarde, por una comisión del Cpbez, cuando eran torturados a golpes y quemados con un hierro al rojo vivo, por su propia madre y su padrastro, como castigo por negarse a comer el almuerzo que les sirvieron.
El hecho se registró en una residencia sin nomenclatura, ubicada en la avenida principal del barrio La Lechuga, parroquia Francisco Eugenio Bustamante, municipio Maracaibo.
Los detenidos, Eudimar Valderrama Aumada y Orlando Junior Rubio Pérez, fueron trasladados bajo custodia al Centro de Coordinación Policial-04 Maracaibo Oeste, a la orden de la Fiscalía 35° del Ministerio Público, competente en los casos previstos en la Ley Orgánica de Protección a Niños,Niñas y Adolescentes.
De acuerdo a la información conocida por el (G/D) Carlos Luis Sánchez Vargas, director general del Cuerpo de Policía Bolivariana del estado Zulia, el padre de los muchachos denunció a la que había sido su mujer.
Como responsables de esta situación extrema de castigo fueron arrestados Eudimar Balderrama Aumada, de 28 años , dedicadas a oficios del hogar y madre de los niños, y su nuevo compañero, Orlando Junior Rubio Pérez, de 34 años, técnico en refrigeración.
Ambos también fueron denunciados por varios vecinos desesperados al escuchar los gritos y llantos de los niños, ante las brutales palizas que recibían.
Este lunes la situación llegó al límite cuando los dos hermanitos llegaron del colegio público ubicado en la zona, no quisieron almorzar, argumentando que siempre era lo mismo, una sopa desabrida para ellos, mientras que para Rubio Pérez su “carnita mechada, arroz y plátano asado”, indicó el Cpbez en nota de prensa.
Los menores fueron víctimas de golpes, por lo cual los vecinos se comunicaron con los oficiales de guardia en el cuadrante 32 del plan Patrullaje Inteligente.
Los oficiales descubrieron que los niños sufrieron quemaduras con un hierro caliente en distintas partes del cuerpo.
Las lesiones fueron verificadas por el equipo de médicos de guardia en la emergencia pediátrica del Ambulatorio Urbano III Simón Bolívar, en la misma parroquia, donde fueron conducidos en la propia unidad del Cpbez.
El diagnóstico reveló que el niño de 10 años de edad, presentó traumatismos generalizados producto de golpes de puño, especialmente en la cara, y el de 7 años, golpes de puño y quemaduras de segundo grado, producidas con un metal caliente.
DC | NP