El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, afirmó este miércoles que aprovechará su audiencia con el papa Francisco, el próximo martes, para hablar sobre cómo pueden cooperar para dar una respuesta conjunta ante las repetidas muertes de inmigrantes en el Mediterráneo.
«Hablaré con su santidad el papa de cómo él y otros líderes europeos y las Naciones Unidas pueden trabajar juntos para enfrentarse a este asunto humanitario y de derechos humanos muy serio», explicó en declaraciones a los periodistas.
Ban señaló su satisfacción por el hecho de que los gobernantes de la Unión Europea (UE) vayan a tener una reunión mañana con este propósito, que también tratará en su audiencia con el papa Francisco el próximo martes en el Vaticano.
«La tragedia humanitaria subraya de nuevo la necesidad de encarar la situación lamentable de estos inmigrantes», aseguró.
El secretario general de la ONU habló ayer por teléfono con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, al que trasladó su «sincera simpatía y solidaridad» y su «fuerte preocupación» porque, a su juicio, «la muerte y el sufrimiento que vemos en el Mediterráneo solo puede conmocionar nuestra consciencia colectiva».
Ban también informó que aprovechará su estancia en Roma para reunirse con Renzi sobre este asunto, según informó hoy en declaraciones a los periodistas en los pasillos de Naciones Unidas.
Alrededor de 850 personas murieron el pasado domingo en un naufragio ocurrido en aguas del Canal de Sicilia, según la Fiscalía de Catania (sur de Italia), mientras que al menos tres personas fallecieron el lunes al encallar una embarcación con numerosos inmigrantes ante las costas de la isla griega de Rodas.
«El Mediterráneo se ha convertido en un mar de miseria para miles y miles de inmigrantes, que son un grupo de personas muy débil y vulnerable. La cantidad de gente que está muriendo es realmente chocante», lamentó Ban Ki-moon.
DC | EFE