Las investigaciones de la Fiscalía de Cagliari (en isla italiana de Cerdeña) han permitido desarticular un grupo yihadista presuntamente vinculado a Al Qaeda y que en 2010 consideró la posibilidad de un atentado kamikaze en el Vaticano.
El fiscal Mauro Mura explicó en rueda de prensa que de las interceptaciones durante los años que duró la investigación surgió la hipótesis de un proyecto de atentado en el Vaticano en marzo de 2010, durante la permanencia en Italia de un presunto kamikaze de origen paquistaní.
«Existen conversaciones en las que se ve que estaban proyectando algún atentado, entre ellos se habla de la posibilidad de la Ciudad del Vaticano. Hablan de lugares llenos de gente y de kamikazes. Son indicios, señales de un posible atentado, pero sin nada organizado», matizó el fiscal.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, explicó que «se trataba de una hipótesis relativa a 2010 (cuando el papa era Benedicto XVI) y nada más. No se trata por tanto de un hecho que sea hoy relevante y no hay motivo alguno de preocupación».
Estas revelaciones surgieron durante las pesquisas que se iniciaron en 2009 para fortalecer la seguridad en vista de la celebración de la Cumbre del G8 en la localidad sarda de La Maddalena.
La Policía explicó que en marzo de 2010 se practicó un registro en unas casas donde residían dos paquistaníes, presuntamente uno de ellos era el kamikaze que viajó a Italia.
Tras la intervención policial, los dos paquistaníes fueron contactados por otra persona de la célula que les ordenó que dejasen la casa y uno de ellos viajó a Olbia en Cerdeña y el otro a Bergamo (norte de Italia).
Los detenidos
Los fiscales comunicaron hoy que de las 20 órdenes de detención emitidas se ha podido arrestar a nueve personas, ocho paquistaníes y un afgano, mientras otros tres están desaparecidos y el resto se ha comprobado que abandonó Italia.
Las detenciones se han producido en las ciudades de Sassari, Bérgamo, Macerata, Roma, Frosinone y Foggia y se les acusa de actos terroristas en el extranjero y de favorecer la inmigración clandestina.
Según los investigadores, esta red estaría implicada en algunos atentados terroristas, como uno en Peshawar (Pakistán) en 2009 en el que murieron un centenar de personas.
Actualmente, explicaron los fiscales, su actividad en Italia era la de recoger dinero para actividades de terrorismo de apoyo a los talibanes y contra los gobiernos de Pakistán y Afganistán.
La Fiscalía confirmó que de las interceptaciones telefónicas se desprende que las familias de dos de los paquistaníes arrestados tenían contacto directo con el líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, cuya muerte se anunció el 1 de mayo de 2011.
En estos años de investigaciones también se ha podido constatar que la organización tenía a su disposición armas y que reclutaba a personas para enviarlas a cometer actos terroristas en Pakistán y Afganistán, y que después regresaban a Italia, añade una nota de la Policía.
Los investigadores señalan a un Imán de Bergamo (norte de Italia), del que aún no se ha facilitado el nombre, como el principal responsable de fomentar la recogida de fondos en algunas ciudades entre las comunidades paquistaníes y afganas, que eran después enviados a estos países para la realización de atentados.
La célula se financiaba además con el tráfico de personas ya que organizaba la entrada en Italia de paquistaníes a los que cobraban hasta siete mil euros, que después eran destinados a las acciones terroristas tanto en Pakistán como Afganistán.
En un comunicado de la Policía italiana se cita cómo en una ocasión la organización hizo llegar 55.268 euros a Islamabad mediante un emisario en un vuelo comercial desde Roma, aunque normalmente usaban el método conocido como «hawala», que funciona utilizando una red de colaboradores y familiares.
DC | EFE