“Más gasolina al fuego”, por Asnaldo Soto (@econsinsecretos)

El  pasado viernes 1ro. de Mayo, el presidente Nicolás Maduro anunció el aumento del 30% en el salario mínimo y las pensiones, el cual se realizará en dos partes. El ajuste se distribuirá en 20% desde el 1ro. de Mayo y 10% a partir del 1ro. de Julio. Con dicho aumento el salario mínimo pasa a 7.437,5 Bolívares a partir del mes de Julio.

 

Ante tal decreto, las reacciones no se hicieron esperar. Dicho anuncio no llenó las expectativas de la gran masa de trabajadores del país, que consideraron que ese incremento fue decepcionante; ya que está muy por debajo de la inflación esperada de tres dígitos en el 2015.

 

En lo particular, mi sensación al ver la información en cadena nacional, fue que estaba viendo como una especie de historia repetida, el mismo guion del año pasado y le manifesté a las personas que en ese momento me acompañaban que en los avisos que estaba dando el mandatario venezolano no  había ninguna novedad. Todo lo consideré ¡Más de lo mismo!.

 

Nada de esto nos debe extrañar, porque en economías distorsionadas como la venezolana, los aumentos de salario se decretan en base al capricho del gobierno nacional. Este aumento obedece fundamentalmente a la variable inflación. En realidad lo que se busca es mantener el nivel de los salarios para que la inflación no los impacte, cosa que nunca se logra, principalmente por dos razones: la primera, es que la inflación sube todos los días y los salarios sólo una vez o dos veces al año y la segunda es que el aumento de los  salarios nunca llega al nivel verdadero de la  inflación.

 

Pero veamos ¿Por qué este aumento es inflacionario?

 

El aumento del salario mínimo va a generar  una mayor demanda que ya existe, pero sin contrapartida por el lado de la oferta, producto del estancamiento económico que atraviesa la economía. El punto está en atacar la inflación galopante, cosa que el régimen no está haciendo, al contrario, le está echando más gasolina al fuego y la  mejor demostración es que entre Enero y Abril de este año extraoficialmente Venezuela presenta una inflación cercana al 40%.

 

Por otra parte, es necesario destacar que el principal empleador del país es el Estado. El gobierno que es el representante del Estado tiene un  déficit fiscal de aproximadamente 19% del P.I.B.

 

Cabe preguntarse ¿De dónde va a sacar el gobierno este dinero para pagarles  a  sus trabajadores?

 

Sin que nos quede la  menor duda, dichos recursos saldrán del B.C.V. que imprimirá dinero inorgánico, es decir, dinero de la nada para dárselos al gobierno que es el responsable de producir el alto costo de la vida y llevarnos este mismo año a las puertas de una hiperinflación.

 

Así mismo, dicho aumento es excluyente y discriminatorio, porque esta elevación es sólo del salario mínimo. No toma en cuenta los demás salarios que están en la economía. Favorece a los pensionados y a todo el tabulador de sueldos y salarios de la administración pública, pero estos sólo representan a un segmento relativamente pequeño de la población. El grueso de los trabajadores están en la economía informal que son aproximadamente el 50% de la población económicamente activa que son las personas que están dispuestas a trabajar y cuyos sueldos no están regidos por la Ley Orgánica del Trabajo.

 

Y por último, explicaremos la relación que debe existir entre el salario y la productividad.

 

Los datos de estudios realizados en los últimos 12 años nos muestran que en Venezuela la producción y la productividad vienen registrando una caída significativa y hasta alarmante. En economías que gozan de buena salud y que están al margen del populismo y la demagogia, existe una relación directa entre salario y productividad. Al aumentar la productividad debería aumentar el salario real del trabajador. En nuestro país ha ido decreciendo la  productividad, por lo tanto, obviamente el poder de compra de los venezolanos también ha venido disminuyendo y continuará esa tendencia, mientras que el gobierno siga atrapado en un modelo económico o proyecto político que no le permite rectificar.

 

Señor Presidente, esperábamos más de Usted, porque dice llamarse el Presidente de la clase obrera.  Su aumento fue “pírrico”, el mismito del año pasado, todo resultó:

 

MAS DE LO  MISMO…..

 

DC / Econ. Asnaldo Soto / asnaldosoto@gmail.com / @econsinsecretos

 

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