Italia volvió a pedir el martes a la Unión Europea (UE) más ayuda para hacer frente a la masiva llegada por mar de migrantes, tras una enésima tragedia en el Mediterráneo que habría dejado unos 40 muertos, según sus supervivientes.
«No basta añadir diez barcos a los navíos italianos» presentes en el Mediterráneo para resolver el problema, dijo este martes el ministro italiano de Exteriores, Paolo Gentiloni. Pidió también una contribución europea a la «lucha contra los traficantes de seres humanos» y un nuevo enfoque sobre el derecho de asilo, señaló AFP.
Unos 40 migrantes habrían muerto en un incidente a bordo de su lancha neumática, relataron el martes los sobrevivientes llegados a Catania, en Sicilia (Italia) y que han sido acogidos por miembros de la ONG Save the Children.
«Dijeron que eran 137 en la lancha neumática, que se desinfló o explotó –no está claro– provocando la caída al agua de varios de ellos. Algunos hablan de ‘numerosos muertos’, otros de ‘unos cuarenta'», declaró Giovanna di Benedetto, de esta ONG, presente en Catania cuando llegaron los sobrevivientes.
Según éstos, el incidente se produjo poco antes de las operaciones de rescate de este pasado fin de semana, cuando barcos de la marina o guardacostas italianos, con la ayuda de varios cargueros, socorrieron en el mar a casi 6.000 personas.
Cerca de 3.000 de estos inmigrantes llegaron el lunes a bordo de varios navíos a Sicilia, o a otras ciudades del sur de Italia. Más de 1.000 lo hicieron este martes por la mañana, antes de que llegaran a Palermo 485 personas más.
Las autoridades locales afirmaron que un centenar de migrantes que llegaron el lunes a Augusta, también en Sicilia, tienen sarna y varicela.
Italia, en primera línea frente al flujo de inmigrantes hacia sus costas, no deja de pedir más ayuda a los demás miembros de la UE, al considerar que su frontera mediterránea frente al norte de África es igualmente la frontera de Europa.
«La cumbre de la UE (en abril) confirmó finalmente el carácter europeo del problema de los migrantes en el Mediterráneo, pero ahora necesitamos medidas significativas», había afirmado el lunes Gentiloni en entrevista telefónica con el comisario europeo encargado de Inmigración, Dimitris Avramopoulous.
Una crisis humanitaria
Entre enero y abril de 2015, el número de llegadas por mar de inmigrantes a Italia ha rondado los 25.000, como en 2014, pero el número de muertos y desaparecidos se ha multiplicado por 20, pasando de 96 a 1.780 según la Organización para las Migraciones Internacionales (OIM).
El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, visitó el 27 de abril en un buque militar italiano la zona de Sicilia y habló de «una de las peores crisis humanitarias desde la segunda Guerra Mundial».
Frontex, la agencia europea encargada de la vigilancia de las fronteras exteriores del espacio Schengen, declaró el lunes haber intensificado sus operaciones en el Mediterráneo tras la última llegada masiva del pasado fin de semana.
Por otro lado, la Comisión europea presenta el 13 de mayo su estrategia para las migraciones, que debe asignar cuotas obligatorias de acogida de refugiados para todos los Estados miembros. El Consejo Europeo se pronunciará ulteriormente al respecto los 25 y 26 de junio.
En un contexto en que se disparan las demandas de asilo en la UE desde el año pasado, hay crecientes disparidades en el seno de la Unión en materia de acogida.
«Respecto a la inmigración, hay una toma de conciencia de Europa, y eso es una buena noticia, pero solamente a medias… ya que aún falta la voluntad de acoger y de facilitar la integración (de los inmigrantes) de manera equitativa y duradera en todo el territorio de nuestra Europa» declaró el martes el presidente del Senado italiano, Piero Grasso.
Video desde cubierta
Un tripulante de un barco grabó con su celular el rescate de un grupo de inmigrantes que viajaban en un pequeño bote.
Algunos migrantes treparon trabajosamente por las sogas que cuelgaban de la borda de un enorme buque de carga mientras otros saltan al agua tratando de llegar a los salvavidas que les arrojaban. Cinco cadáveres fueron extraídos en la misión de rescate en las aguas del mar Mediterráneo y se cree que muchos más se ahogaron, destacó AP.
El video brinda un testimonio dramático de la desesperación de las decenas de miles de personas que tratan de llegar a las costas de Europa en botes inflables lanzados por traficantes de inmigrantes desde Libia.
La grabación fue tomada por un tripulante del carguero Zeran, que rescató a los migrantes que venían en dos embarcaciones durante el fin de semana y recaló el martes en un puerto de Catania con mayoría de migrantes del Africa Occidental.
Los migrantes saltaron o cayeron de los botes inflables para alcanzar los salvavidas que les arrojaron los tripulantes del Zeran. Otros se disputaron las sogas lanzadas por las bordas para asirse a ellas y escalar a cubierta. Y otros vaciaron latas de gasolina para usar como flotadores.
«¡Calma! ¡Calma!», imploraba un tripulante desde la cubierta.
El tripulante que grabó la escena dijo que los cinco cadáveres fueron extraídos desde el interior del bote, sugiriendo que murieron durante el cruce o en el pandemonio que precedió al rescate. Calculó que por lo menos de cinco a nueve personas cayeron al agua y murieron ahogadas. Reclamó el anonimato por no estar autorizado a informar a la prensa.
La organización Save the Children, que entrevistó a los sobrevivientes, dijo que estos informaron que «docenas» de personas se ahogaron durante el rescate del domingo en la travesía entre Libia y Sicilia.
«Desde el barco grande arrojaron las sogas», dijo Astoy Fall Dia, una migrante de 24 años de Senegal, tras desembarcar del Zeran. «Alguien se asió a la soga. Todos los demás empezaron a empujar para tratar de salvarse pero la gente se empezó a caer al agua», añadió.
Dia dijo que sobrevivió porque se quedó cerca del bote y porque sabe nadar. «La mitad de la gente estaba en el agua y la mitad arriba en el bote, y yo me quedé cerca de la embarcación», narró.
Durante el fin de semana aumentaron notablemente las misiones de rescate debido a que los contrabandistas humanos en Libia aprovecharon la calma del mar y el clima cálido para enviar miles de personas en botes precarios sobrecargados y en barcos de pesca. La guardia costera reportó que unas 7.000 personas fueron rescatadas entre viernes y domingo.
Se cree que unos 800 migrantes se ahogaron el mes pasado cuando su embarcación naufragó frente a las costas libias con cientos de pasajeros. Pocos días después se hundió otro buque que se cree llevaba 400 personas.
La Unión Europea mantuvo una reunión cumbre de emergencia y accedió a aportar más barcos y aviones para patrullar el Mediterráneo y colaborar en las tareas de rescate.
De todos modos, la guardia costera italiana recaba cada vez más la ayuda de barcos de carga comerciales para responder a los migrantes en peligro, según lo exige el derecho marítimo.
El fiscal de Catania, Giovanni Salvi, se quejó el mes pasado de que a veces estas tripulaciones comerciales no están entrenadas ni equipadas para efectuar rescates y que muere gente cuando los migrantes cambian súbitamente de lugar en sus embarcaciones precarias al tratar de huir.
En el video, la tripulación del Zeran lanza primero un cable al bote, presumiblemente para acercarlo al buque de carga. Varios hombres forcejean para asir el dable mientras otros se aferran a salvavidas o flotan con ellos puestos. En cuanto la tripulación les arroja una escala de soga por la borda, varios migrantes se lanzan al mar y empiezan a nadar en esa dirección.
Una vez a bordo, tripulantes con trajes protectores examinan a los rescatados para comprobar si tienen sarna u otras dolencias.
Alpha Sisse, un muchacho de 17 años de Costa de Marfil, fue uno de los rescatados el martes. Dijo que estaba en el segundo bote rescatado y que todos sus ocupantes estaban a salvo.
«Por lo menos cinco se ahogaron y más están desaparecidos» del otro bote, dijo. «Dicen que quizás murieron 20 personas», menciona.
Sisse agregó que trabajaba en Libia pero que decidió intentar el viaje a Europa impulsado, en parte, por los peligros de la vida en ese país.
Cuando se le preguntó dónde esperaba ir, respondió: «dondequiera haya trabajo. Pero mi país favorito es Alemania».
DC | Agencia