El español Rafael Nadal dio hoy un paso más hacia su recuperación tenística al barrer al italiano Simone Bolelli por 6-2 y 6-2 en los octavos de final del torneo de Madrid, informó dpa.
Bolelli era un rival propicio para seguir sumando victorias y ganando en confianza, ya que el español se ha impuesto en las cinco ocasiones en las que se han enfrentado.
Nadal, número cuatro del mundo, invirtió apenas 1:12 horas de esfuerzo para meterse en la ronda de los ocho mejores, donde la exigencia subirá mañana ante un Grigor Dimitrov que se deshizo hoy del suizo Stanislas Wawrinka.
El español contará al menos con la ventaja de que el búlgaro precisó hoy de dos horas de esfuerzo para derrotar al campeón del Abierto de Australia 2014 por 7-6 (7-5), 3-6 y 6-3.
Nadal, ganador en las dos últimas ediciones del torneo, finiquitó el partido en su segundo «match-point», después de un resto de revés del italiano que se fue fuera.
El español, que lleva una irregular temporada con derrotas inesperadas, se mostró más sólido en sus tiros y más rápido de piernas.
El mejor ejemplo fue el punto con el que puso al estadio en pie en el último juego del partido, cuando llegó a tiempo a un «drop» del italiano y tuvo velocidad para correr hacia atrás y devolver el globo posterior.
«Un punto así es confianza, es energía positiva», dijo el español sobre el 30-0 con el que encaminaba el último juego del partido.
«Estoy contento, la verdad es que he jugado mejor que ayer», añadió el número cuatro aún sobre la arcilla de la pista central de la Caja Mágica.
Número 11 del mundo, Dimitrov es un jugador mucho más peligroso que Bolelli, aunque el español lo ha batido también en las cinco ocasiones en las que se midieron.
«Mañana es un partido muy complicado, no es de esos en los que vale jugar a medias», advirtió el español, que necesita sumar triunfos ante rivales de prestigio para reconstruir la confianza perdida en la primera parte de la temporada.
Después de seis meses en los que apenas jugó por varias lesiones, Nadal regresó en 2015 al circuito con más problemas de los esperados.
Hasta ahora sólo ganó un título, en Buenos Aires, pero cayó antes de lo habitual en él en los torneos más importantes, como Miami e Indian Wells. No le fue mejor en su elemento natural, la arcilla europea, donde perdió en semifinales de Montecarlo y luego en octavos de Barcelona.
Aunque ganó cuatro veces en Madrid, el español no llegó a la capital convencido de sus posibilidades de llegar a la final. En los últimos diez años, el ex número uno ganó siempre al menos un título en la temporada europea de arcilla antes de llegar a Roland Garros, donde suma nueve trofeos.
Si no lo logra en Madrid, tendrá aún la oportunidad de Roma, aunque allí estará de nuevo el número uno, Novak Djokovic. En la capital española cuenta además con la ventaja de que el principal rival por su lado del cuadro, el suizo Roger Federer, cayó el miércoles en su debut ante el australiano Nick Kyrgios.
«Estoy contento con el día de hoy», insistió el español. «El hecho de ganar me da la oportunidad de jugar aquí en Madrid al menos un partido más, y es una sensación muy bonita».
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