Cuba y Venezuela repiten un año más en la «lista negra» de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que retiró a Honduras por primera vez desde el golpe de estado de 2009.
«Sé que algunos aspectos de nuestro informe pueden parecer polémicos o contenciosos, aunque no es esa su intención, entiendo que los estados se encuentran en situaciones difíciles de gobierno. Nosotros lo encaramos de buena fe, nuestro objetivo es alentar e inspirar», defendió hoy la presidenta de la CIDH, Rose Marie Antoine, en la presentación del informe.
El capítulo IV del informe anual de la CIDH, conocido como la «lista negra», señala los países donde las violaciones de derechos humanos requieren una «atención especial» por parte de este organismo autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), con sede en Washington.
Sobre Venezuela, en la lista cada año desde 2005, la CIDH pide garantías de seguridad ciudadana, independencia de la Justicia, respeto a los derechos políticos y soluciones para las personas que están encarceladas sin condena firme, así como protección para periodistas y defensores de los derechos humanos.
La presidenta de la CIDH señaló que «la falta de independencia del poder judicial es uno de los puntos más débiles de la democracia venezolana» y que «existe además un alto grado de impunidad y se usa el poder del Estado para penalizar a los defensores de los derechos humanos».
«Es muy preocupante y no es una buena señal para esta Comisión que solo Cuba y Venezuela estén en el capítulo IV. La inclusión de estos dos países obedece a razones meramente políticas», defendió la misión de Venezuela ante la OEA en su turno de palabra.
«Ha habido un ‘lobby’ para que otros países que se iban a incluir en este capítulo no estén. Es más fácil tener a Cuba y a Venezuela en la lista, no es sorpresa, ya ni siquiera lo lamentamos. Esperamos que la comisión recupere su autonomía», añadió Venezuela.
La misión de Ecuador también rechazó el informe por considerar que no tiene rigor y está politizado.
Cuba rechaza reintegrarse en la organización continental a pesar de que la OEA levantó en 2009 la suspensión como miembro de la nación caribeña que se había aprobado en 1962.
Esta negativa deja al país en una suerte de limbo dentro del organismo, que sigue considerando a la isla un Estado miembro aunque no cuente con participación plena.
Respecto a Cuba, que ha figurado en la lista cada año desde 1984, la CIDH volvió a señalar «las restricciones a los derechos políticos, a la libertad de expresión y de difusión del pensamiento, la falta de elecciones, la falta de independencia del poder judicial y las restricciones al derecho de residencia y de tránsito».
«La situación general en materia de derechos humanos no ha cambiado en el último año. Continúa habiendo una violación permanente de los derechos humanos en Cuba», señaló Antoine en la presentación del informe ante el Consejo de Asuntos Jurídicos y Políticos de la OEA.
«El embargo económico y comercial de Estados Unidos no exime al Estado cubano de sus obligaciones internacionales», añadió, una precisión que cada año repite la CIDH en la presentación de este informe.
Honduras salió de esta lista, correspondiente a 2014, al aceptar una visita de la Comisión centrada en las consecuencias del golpe de Estado, tras la cual el organismo elabora ahora un informe de país con recomendaciones que se publicará el próximo año.
Una reforma de la Comisión de 2013 establece la posibilidad de eximir del Capítulo IV a los países que permitan ese año una visita del organismo, algo que ha rechazado Venezuela, que se niega a recibir a la CIDH desde 2002.
Este es el mecanismo por el que Colombia quedó fuera de esta lista en 2013, en la que aparecía ininterrumpidamente desde el año 2000.
Tras esa visita, la Comisión envió al Gobierno colombiano un documento con recomendaciones, cuyo cumplimiento examina en su informe de este año.
La CIDH reconoce los «esfuerzos» de Colombia en materia de derechos humanos, especialmente para lidiar con las consecuencias derivadas del conflicto armado, pero pide solucionar situaciones que persisten como el hacinamiento en las cárceles y las agresiones a los defensores de derechos humanos.
«Reiteramos la necesidad de continuar trabajando para cumplir las recomendaciones del informe de país de Colombia y preservar los avances alcanzados», apuntó Antoine.
La presidenta de la CIDH se refirió también a la evaluación del cumplimiento de las recomendaciones del informe de país en Jamaica, una nación en el que sigue habiendo «fallas y retos» en derechos humanos, especialmente por la «inseguridad ciudadana y la violencia en manos de miembros de las fuerzas de seguridad».
DC | EFE