El fiscal anticorrupción Pedro Horrach pidió este martes que se rebaje la fianza de 2,7 millones de euros impuesta a la infanta Cristina de Borbó y Grecia, hermana del rey Felipe VI de España, procesada por dos presuntos delitos fiscales en el marco del caso de corrupción en el que también se juzgará a su marido, Iñaki Urdangarin.
Horrach se sumó así a la petición presentada recientemente al juez por la defensa de la infanta para que su fianza de responsabilidad civil se reduzca a algo menos de 450.000 euros (501.000 dólares), destacó DPA.
El pasado 8 de mayo la defensa de Cristina de Borbón tildó de injustificada la cuantía de la fianza, equivalente a multiplicar por seis la cantidad presuntamente defraudada y añadirle un tercio.
El fiscal apoya el argumento de la defensa y afirma que en otros casos de delito fiscal por cantidades «notablemente superiores» a las que se atribuyen a la duquesa de Palma se impusieron fianzas menores.
El fiscal Horrach y el juez del caso, José Castro, protagonizaron en el pasado diferencias respecto al denominado «caso Nóos». El fiscal llegó a poner en duda la imparcialidad de Castro a la hora de pedir el procesamiento de la infanta, para la que pidió la exculpación de los delitos que se le imputan.
El magistrado mandó en diciembre al banquillo de los acusados a la infanta Cristina como «cooperadora necesaria» en dos presuntos delitos fiscales presuntamente cometidos por su esposo en 2007 y 2008.
La hija mediana del exrey Juan Carlos I pidió ser absuelta argumentando que firmó «sin pedir explicaciones» los escritos que le presentó su marido, con quien poseía una sociedad a medias.
Cristina de Borbón, de 49 años, se convertirá en el primer miembro de la realeza española que se sentará ante un tribunal en el banquillo de los acusados en un juicio para el que todavía no hay fecha.
Para Urdangarin, ex jugador profesional de balonmano, la Fiscalía pide casi 20 años de prisión. Será juzgado por haberse apropiado presuntamente de seis millones de euros de dinero público junto a su ex socio en el Instituto Nóos, una entidad sin ánimo de lucro vinculada al mundo del deporte.
Tanto la infanta como su esposo fueron apartados de la agenda oficial de la casa real española a finales de 2011, cuando se produjo la imputación del ex deportista.
El llamado «caso Nóos» supuso el mayor golpe en los 38 años de reinado de Juan Carlos I, quien abdicó el pasado junio en su hijo, Felipe VI. Cristina y su hermana mayor, la infanta Elena, dejaron de formar parte de la familia real por deseo del nuevo monarca poco después de su llegada al trono.
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