El pasado domingo se celebraron las elecciones primarias de los candidatos de los partidos que se aglutinan en la Mesa de la Unidad Democrática; considerando los dirigentes de la (MUD) el evento como una “feria democrática”, mientras que el oficialismo lo catalogó como el “peor descalabro electoral de la historia democrática del país”, por el escueto margen de participación y el limitado alcance de cobertura en la geografía política nacional.
En cifras estos comicios se realizaron solo en 12 de los 23 estados del país, en 33 de las 87 circunscripciones; eligiéndose 40 cargos de los 167 que competirán como candidatos a la Asamblea Nacional. En porcentajes aproximados solo se tomaron en cuenta para estas elecciones aproximadamente el 52 % de los estados, el 26 % de las circunscripciones y solo el 24 % de los 167 candidatos fueron electos de manera democrática a través del voto secreto y universal, el resto de las 127 candidaturas serán repartidas por “consenso” entre los acuerdos de los partidos que dominan la MUD.
En relación al número de participantes se manejan dos cifras, según Chuo Torrealba Secretario Ejecutivo de la MUD, participaron 640 mil personas, mientras que el presidente de la Comisión Electoral de la MUD, José Luis Cartaya, afirmó que la participación fue de 543.793 votos escrutados; por su parte el Secretario General del partido Acción Democrática Henry Ramos Allup, consideró que el evento conto con 7,3% de participación, ya que no hubo una previa campaña de medios. En comparación a las elecciones primarias realizadas en el 2010, se contabilizaron 316.00 electores para elegir 30 candidatos, en 17 circunscripciones, donde la participación fue de un promedio del 10% del registro electoral.
El resultado electoral favoreció a Primero Justicia quien lideró el numero de seleccionados; mientras que Voluntad Popular obtuvo la segunda proporción de candidatos, seguidos por AD, UNT, Cuentas Claras de Miguel Cocchiola, Causa R, Copei y Avanzada Progresista, los vencidos sorpresivamente fueron Vente Venezuela de María Corina Machado, ABP de Antonio Ledezma y Proyecto Venezuela, quienes no lograron ningún diputado.
La Primera lectura, desde el análisis politológico concluye que aunque las primarias se presentaron como una oportunidad de cambio desde el parlamento, no levanto las pasiones, ni la voluntad racional de los electores para participar de manera voluntaria en estas elecciones, quedo manifiesto que fue una batalla entre partidos, donde algunos realizaron alianzas estratégicas para acordar apoyos a candidatos en una u otras regiones, prestándoles todo el soporte logístico necesario y logrando la movilización oportuna el día electoral, tal como lo afirmo Edinson Ferrer Secretario de Organización Nacional de Primero Justicia «creemos que esta va a ser una elección de movilización”, quedando por fuera los independientes y partidos minoritarios.
Segunda lectura, este proceso generó un pase de factura a un grupo de diputados que se midieron para repetir; entre los vencidos: Jacinto Romero Luna, Marcos Figueroa, Vestalia San Pedro, Morel Rodríguez y Juan Pablo García. Deduciéndose que muchos de los diputados que hoy aspiran su reelección a través del “consenso” huyéndole a las primarias podrán ser rechazados por sus propios electores.
Tercera lectura, se profundiza la lucha del liderazgo individual del posicionamiento particular entre partidos, sobre el verdadero proyecto país y compromiso que exige la ciudadanía, presentándose disidencias internas y errores estratégicos en la vocería; ejemplo: Henrique Capriles líder de Primero Justicia, consideró como una «tontería» abrir un debate sobre los festejos partidistas, mientras que Juan Pablo Guanipa también de PJ exigió “que se implementen las tarjetas de los partidos para trabajar más por sus colores y permitir mostrar lo que tiene cada tolda” ; en contraposición el ex gobernador Pablo Pérez de UNT propone tarjeta unitaria para ir a la contienda electoral, en sintonía con Ramos Allup de AD.
Culminada las elecciones de la MUD que solo escogió por primarias el 24 % de los candidatos a la Asamblea Nacional, se abre una brecha de incertidumbre para la designación de los aspirantes por “consenso”, en donde nuestra lectura determina que de no abrirse los espacios de participación e inclusión se avecina una “hecatombe política que explosionará las divisiones internas, favoreciendo nuevamente al oficialismo”; amanecerá y veremos.
DC / Alfonso Hernández Ortiz / Politólogo- Abogado / dialogopublico@gmail.com / @alfonsozulia