El Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, se despidió este viernes del Consejo Permanente de la entidad, en Washington, celebrando los avances conseguidos en la década que duró su gestión.
«Me siento profundamente orgulloso de lo que hemos hecho estos años. Estoy convencido de que hemos hecho muchas cosas buenas por la región, y que esta organización sale de esta década mucho más fuerte de lo que la encontramos«, dijo.
Insulza será sustituido por el diplomático uruguayo Luis Almagro, quien asumirá el cargo en una ceremonia prevista para el próximo martes en la capital estadounidense.
En su discurso de despedida, Insulza sostuvo que la OEA debe ser «una organización inclusiva, de países soberanos, diversos y legitimados por la democracia, que actúan sobre la misma agenda hemisférica, en plena igualdad».
Para el diplomático chileno, se trata de «la OEA del siglo XXI, muy lejana de lo que nos demandaba aquella que nos impuso la Guerra Fría«.
Un ejemplo de ese abordaje, comentó, es la reaproximación de Cuba, primero con el levantamiento de la exclusión de ese país de la propia OEA, y luego con el anuncio del proceso de recomposición de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos.
«Sentimos como propio, entonces, el regreso de Cuba al sistema en la Cumbre de Panamá y espero que llegue el momento de un mayor acercamiento», apuntó.
Insulza llegó a la Secretaría General de la OEA en 2005 en una cerrada disputa con el entonces canciller mexicano Luis Ernesto Derbez. Después de varias rondas de empates, Derbez retiró la candidatura y el chileno se quedó con la victoria.
Fue en ese primer mandato, en 2009, que la OEA revocó la exclusión de Cuba y abrió las puertas para el retorno de ese país a la entidad continental.
Al año siguiente, Insulza fue reelecto para el cargo al presentarse como único candidato en disputa.
DC | AFP