Acusaron al sargento primero de la Aviación, Orlando Torres Vargas (24), y a los cabo primero del Ejército, Freydelson Fernández Palencia (19) y Wilmer Salazar Gómez (23), quienes fueron aprehendidos el 27 de marzo por funcionarios de la Policía de Aragua, con gran cantidad de piezas de vehículos.
Es importante recordar que la mercancía incautada pertenecía a varios camiones que estaban aparcados en la sede del Fondo de Desarrollo Microfinanciero (Fondemi), ubicado en el sector Turagua, urbanización Santa Cruz del municipio Zamora, en la citada jurisdicción
El fiscal 21º auxiliar de ese estado, José Arreaza, acusó a los hombres por la presunta comisión de los delitos de peculado propio, desvalijamiento y agavillamiento, tipificados y sancionados en las leyes Contra la Corrupción y Sobre el Hurto y Robo de Vehículos Automotores, y en el Código Penal.
En el escrito consignado ante el Tribunal 1° de Control de Aragua, el representante del Ministerio Público solicitó la admisión de la acusación y el enjuiciamiento de los militares, quienes permanecen privados de libertad en el Centro de Procesados 26 de Julio, en el estado Guárico.
El referido día, el sargento estaba a cargo del resguardo de los vehículos estacionados en la sede del Fondemi, en la urbanización Santa Cruz. En horas de la noche, los cabos primero del ejército ingresaron al sitio, con la excusa de entregar una comida que habría sido encargada por Torres.
En la madrugada, efectivos de la policía regional avistaron cuando los hoy acusados, con una actitud sospechosa, salieron de la sede del Fondemi en un vehículo particular, razón por la que los uniformados se acercaron y les solicitaron a las tres personas que se detuvieran para efectuarles una revisión de rutina.
Luego del procedimiento, los policías detectaron la existencia de varios repuestos en el automóvil, entre ellos: retrovisores, faros, radios, lámparas, manillas, cornetas, tanques de gasolina y compresores, cuya procedencia no pudo ser justificada por Torres, Fernández y Salazar, motivo por el que fueron aprehendidos inmediatamente.
Tras diligencias de investigación coordinadas, se logró determinar que la mercancía incautada habría sido sustraída de los camiones que se encontraban bajo el cuidado del sargento primero de la aviación y los mismos estaban destinados a diversos proyectos comunales en la región aragüeña.
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