Pechuga de pollo en salsa de maní y coco (Receta)

Esta receta de pechugas de pollo en salsa de maní con leche de coco mezcla sabores dulces y picantes. La combinación de ingredientes evocan las cocinas de Tailandia y Malasia.

La idea de este plato me vino a la mente porque tenía mantequilla de maní en la despensa y leche de coco en la nevera. Alguna vez había leído que mezclar ambas era buena idea. Pues bueno, manos a la obra.

La mantequilla de maní es un producto peligroso, es demasiado adictivo, cuando abrí el pote para hacer esta receta, lo probé, y no podía parar. Me sentía como un junkie del maní. Luego de un esfuerzo sobrehumano me detuve y comencé a cocinar.

Si tienes posibilidad de escoger entre varios tipos de mantequilla de maní, busca una que tiene trocitos de maní. Te vas a volver loco cuando la pruebes.

Esta receta lleva pasta de curry. Si eres flojo, puedes comprarla en alguna tienda asiática, pero si eres dedicado y quieres tener control total de lo que cocinas como yo, hazla, es fácil. Aquí mismo te voy a explicar cómo preparar una versión sencilla y deliciosa de dicha pasta.

Si bien el sabor de esta salsa es increíble, déjate llevar por los aromas, vas a volar.

Esta receta de pechugas de pollo en salsa de maní es para 2 personas, aunque siempre sobra un poquito como para una tercera que coma poco.

  • 2 pechugas de pollo deshuesadas cortadas en cubos
  • 200 ml de leche de coco
  • 3 cucharadas de mantequilla de maní
  • 2 cucharadas de salsa de soya light
  • Un chorrito de limón
  • Una pizca de sal y pimienta
  • Aceite de sésamo para saltear el pollo
Pasta de curry:
  • Media cebolla morada picada en cuadritos
  • 1 tomate mediano picado en cuadritos
  • 2 dientes de ajo picado bien pequeñito
  • 1 pedazo de jengibre del tamaño de los dientes de ajo, picados también
  • ¼ de taza de agua o caldo de pollo (preferiblemente)
  • 1 cucharadita de pimienta de cayena
  • media cucharadita de comino molido
  • 1 cucharadita de cúrcuma
  • Una pizca de sal
  • 1 cucharada de aceite de maní
Instrucciones
  1. Primero vamos con la pasta de curry. En una olla pequeña con el aceite de maní (usa del normal si no tienes este) agrega el ajo y jengibre, revuelves unos segundos, agregas la cebolla morada, sigues revolviendo e incorporas el tomate y una pizca de sal.
  2. Dejas cocinar un par de minutos y agregas todas las especias: la pimienta de cayena, el comino y la cúrcuma. Revuelve y agrega el agua/caldo, baja el fuego y deja cocinar 10 minutos. Si se seca mucho, ponle más líquido, pero cuidado, la idea es tener una textura de pasta, no de salsa.
  3. Retira del fuego y pasa este mini guiso por una licuadora o un procesador de alimento tan sólo unos segundos, para que se convierta en una pasta.
  4. Esta pasta, vuélvela a poner en la olla donde la estabas haciendo con el fuego bajo. Cuando comience a hervir nuevamente, agrega la mantequilla de maní, la salsa de soya y la leche de coco. Revuelve bien para que quede todo bien mezclado. Pruébale el sabor y de ser necesario corrige con el ingrediente que consideres. De nuevo, si la salsa está demasiado espesa, agrega agua/caldo o incluso más leche de coco. Reserva y ponte a preparar el pollo.
  5. Simplemente, saltea las pechugas en el aceite de sésamo en una sartén que esté muy caliente. Cuando haya sellado bien por todos lados incorpora la salsa de maní y leche de coco. Deja que hierva unos pocos minutos y retira del fuego.
  6. Antes de servir ponle un chorrito de limón y algo de cebollín y cilantro frescos.
  7. Puedes comer estas pechugas de pollo en salsa de maní y leche de coco con arroz blanco, con vegetales o con pan de pita

DC – Foto: Web

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