El espectáculo que este viernes ofreció Jennifer López en un festival de la ciudad marroquí de Rabat, molestó al islamista Partido Justicia y Desarrollo (PJD), a la cabeza del gobierno de Marruecos, cuyo ministro de Comunicación calificó de «inaceptable» su difusión en una cadena pública de televisión.
Había expectación por ver si Lopez adaptaba su concierto para Marruecos y lo hacía más «recatado», pero la cantante del Bronx ofreció al público marroquí lo mismo que en cualquier otro de sus espectáculos: Sensualidad, poca ropa y mucha carne, en los siete atuendos que lució.
El ministro de Comunicación, Mustafa al Jalfi, no criticó directamente a la cantante, pero escribió en su cuenta de Twitter que es «rechazable e inaceptable, además de contrario a la ley» que el espectáculo fuera difundido por la cadena de televisión pública 2M (que difunde todos los conciertos del festival Mawazine, en el que se presentó la norteamericana).
Jalfi añadió que pidió al «comité de ética» de ese canal que «examine la dimensión ética de la difusión» del concierto, que se celebró en horario de máxima audiencia, entre las 9 y las 11 de la noche.
El ministro no especificó los problemas «éticos» del concierto, pero un correligionario suyo, Abdessamad al Idrissi, cargó hoy contra el concierto y contra el festival Mawazine, donde desfilan artistas de la talla de Shakira, Rihanna, Ricky Martin o Justin Timberlake. En su cuenta de Facebook, Al Idrissi escribió: «No podemos callarnos más esta vergüenza, atenta contra los valores del pueblo y la nación».
Y fue más lejos al hacer alusión al patrocinio del festival del propio rey Mohamed VI: «No, el alto patrocinio no puede de ninguna manera ser una razón que nos impida decir que Mawazine es un vicio y una violación al pudor público». Hace dos semanas, otro ministro del PJD, Aziz Rabah, ya abrió fuego contra el festival, una vez más por cuestiones de decencia: «Marruecos es un país abierto, pero tiene valores, y por eso no pueden venir unos artistas y desnudarse delante de nosotros».
DC – EFE