El concierto de la cantante Jennifer López en Marruecos incomodó a más de uno por su atuendo con poca ropa y sus movimientos sensuales irritaron al gobierno islamista y hasta a un grupo de padres enfadados por la transmisión del show en la televisión pública alegando que la presentación «fuera un escándalo público que mancillara el honor de las mujeres».
La cantante neoyorquina afronta una demanda por «ser demasiado sexy». Si la artista fuera encontrada culpable, se enfrentaría a un máximo de dos años de prisión.
Mientras que para el primer ministro Marroquí la emision del concierto por la cadena estatal fue «delincuencia con escenas desagradables». Para muchos otros fue un placer disfrutar de la intérprete cantando y bailando de forma sexy.
DC | GDA