¿Sabes que en una entrevista de trabajo se tiene en cuenta no solo lo que dices sino cómo lo dices? ¿Y que nuestras palabras deben ir acompañadas de una gesticulación y movimientos adecuados? ¿Que incluso nuestra ropa dice mucho de nosotros? Aprende a dominar tu lenguaje no verbal y apúntate un tanto. Quizá en unos días serás la chica nueva de la oficina. Lourdes Sánchez, de la Fundación Adecco, nos da 10 reglas básicas para dominar el lenguaje no verbal. ¿A qué esperas para tomar nota?
Esquivar la mirada significa falta de sinceridad, inseguridad y falta de confianza en uno mismo. La idea no es taladrar al otro con la mirada pero sí mirarle a los ojos. Si no estás cómoda, sonríe. Nunca falla.
Las palmas de las manos abiertas y relajadas denotan sinceridad y empatía. Cerradas, tensión y nerviosismo.
Nos referimos a si el entrevistador te da la mano. Si dejas la mano blanda, el entrevistador pensará que no tienes ni la energía ni la personalidad suficientes para el puesto de trabajo. Estrecha la mano con decisión (denota confianza y empuje), tampoco es plan de que le rompas los huesos.
Para no hacer gestos forzados ni estar como un palo, imagina que el entrevistador es alguien que conoces y así tus gestos serán más naturales. Gesticular en exceso resulta angustioso y lo contrario, antinatural.
No te toques continuamente el pelo, parecerá que estás ansiosa.
Una postura erguida transmite gran seguridad y confianza.
Muchos psicólogos relacionan el gesto de cruzar las piernas con personas inseguras a las que les cuesta mucho tomar decisiones. Siéntate con las piernas en paralelo, ligeramente separadas.
No te encorves (falta de confianza en uno mismo) ni te frotes las manos(impaciencia) cuando entres en la sala en la que te van a entrevistar.
Si caminas muy rápido puedes parecer nerviosa e impaciente. Si te tomas mucho tiempo, parecerás perezosa o que trabajas con lentitud.
“Lo más importante a la hora de vestir es tratar de parecer un lienzo en blanco en el que la empresa pueda pintar su propia identidad corporativa y personalidad. Te recomiendo utilizar colores neutros y líneas sencillas”, afirma la experta.
Y para terminar, una buena idea es ensayar delante del espejo y enseñarle “la actuación” a un amigo o familiar para que te diga fallos y mejorar así tu lenguaje no verbal. Y otra cosita más, no te obsesiones. Intentar controlar al 100% tu propia gestualidad puede restar naturalidad y tranquilidad, dos de los atributos que los entrevistadores más valoran.
Fuente: DC|Cosmopolitan