Huele a quemado, pero Gabriela no se da cuenta. Desde hace algún tiempo no hace otra cosa que no sea trabajar. Se le dificulta asumir cambios y su jefe le reclama que no es tan productiva como antes, aunque ella siente que da lo mejor de sí. Para refrescarse se va de vacaciones, pero ni eso le ayuda y no es para menos: ¡está en llamas! Y es que según el coach Víctor Roa estos son síntomas del síndrome de burnout. ¿Te sientes identificada?
Existen otras señales que si se presentan en conjunto te permitirán identificar que estás “quemada”, algunas de ellas son estar aislada de tu equipo de trabajo o incluso presentar síntomas de depresión: desmotivación, insomnio, malestares estomacales o dolores de cabeza.
Si presentas este cuadro, antes de llamar a los bomberos, identifica la posible causa del incendio. “Una persona con burnout ha estado sometida a largos períodos de estrés, se paraliza y le cuesta producir ideas innovadoras”, dice el experto.
Víctor comenta que este síndrome también puede ocurrir a causa de empleos rutinarios, exceso de trabajo, falta de supervisión o acoso laboral. La buena noticia es que el extintor está a tu alcance y según el especialista no es necesario que cambies de empleo, lo que sí es útil es darle un giro de 180° al que tienes.
Investiga acerca de nuevas tendencias y atrévete a innovar. Quiebra la rutina, plantéate metas divertidas, practica un nuevo hobby o deporte y lo más importante: haz un balance entre tu vida profesional y personal.
“Se requieren cambios profundos que van más allá de irse de vacaciones”. ¿Agotaste todos estos recursos y aún te sientes mal? Entonces es hora de que consultes a un especialista. “Es como si tuvieras un bajón de tensión, la idea es subir tu nivel de energía”. ¡Ánimo mujer!
DC – EME