El comando militar estadounidense, informó mediante un comunicado de prensa que los F-22, aviones de avanzada que pueden evadir radares, fueron desplegados en la base principal de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en Corea del Sur para apoyar los ejercicios bilaterales.
«(Corea del Norte) no logrará nada con amenazas y provocaciones, que sólo la aislarán y perjudicarán los esfuerzos internacionales para asegurar la paz y estabilidad en el noreste de Asia», dijo el comando de Estados Unidos en su comunicado.
La tensión en la zona ha crecido desde que el joven y nuevo líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ordenó en febrero una prueba de misiles nucleares, que violó las sanciones de Naciones Unidas e ignoró las advertencias de su mayor aliado, China, de que no la hiciera.
Esa prueba, la tercera de Corea del Norte desde el 2006, generó nuevas sanciones bilaterales y de la ONU, diseñadas para frenar el programa nuclear de la empobrecida nación. Pyongyang respondió a esas medidas con renovadas advertencias y amenazas de guerra.
Corea del Norte dijo el sábado que estaba entrando en un «estado de guerra» con Corea del Sur, pero Seúl y Estados Unidos minimizaron la declaración.
Las dos Coreas han estado técnicamente en estado de guerra desde una tregua que puso fin al conflicto que se desarrolló de 1950 a 1953. Pese a sus amenazas, pocos ven señales de que Pyongyang se arriesgue a una guerra que casi con seguridad perdería.
DC/Reuters