Leopoldo López, quien este martes levantó una huelga de hambre de 30 días, es el líder del ala radical de la oposición venezolana y una piedra en el zapato para el chavismo al que combate casi desde sus inicios.
López, de 44 años, es un economista con una maestría en Harvard que forjó su carrera como adversario del presidente Hugo Chávez (1999-2013).
Como alcalde del municipio de Chacao (2000-2008) -uno de los más ricos de Caracas- proyectó una figura de dinamismo y eficacia y las encuestas le colocaban en buena posición para ser candidato presidencial, pero fue inhabilitado políticamente en dos ocasiones.
En 2014, con su estrategia «La Salida» que buscaba la renuncia del presidente Nicolás Maduro por la presión de manifestaciones, alcanzó notoriedad internacional.
Promovidas por López como líder de la formación de centroderecha Voluntad Popular, entre febrero y mayo de ese año tuvieron lugar en Venezuela las protestas contra Maduro, que se saldaron con 43 muertos y unos 3.000 heridos.
El 18 de febrero de 2014, acompañado por una multitud y en medio de un gran despliegue mediático que catapultó aún más su imagen, López se entregó a las autoridades en la plaza José Martí de Caracas, luego de que la justicia librara una orden de detención en su contra.
Y dio ese paso no sin antes apelar a su estilo provocador. «¿No tienes las agallas para meterme preso, O esperas órdenes de La Habana?», había escrito el día anterior en Twitter refiriéndose a Maduro.
Casado con la expresentadora de televisión Lilian Tintori y padre de dos hijos, López fue recluido en la cárcel militar de Ramo Verde, en las afueras de Caracas, donde inició la huelga de hambre el pasado 24 de mayo para exigir que se fijara la fecha de las elecciones legislativas.
Con un juego de palabras que denota la agresividad que puede alcanzar el discurso político en Venezuela, Maduro y otros altos funcionarios lo llaman el «monstruo de Ramo Verde».
La huelga de hambre y las protestas del año anterior sacaron a flote marcadas diferencias entre López y otros sectores de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), especialmente el que representa Henrique Capriles, derrotado por muy escaso margen por Maduro en las presidenciales de 2013.
Capriles se distanció de las manifestaciones abogando por salidas electorales y le pidió a López levantar la huelga de hambre.
Ambos son las figuras más connotadas de una oposición más unida en lo electoral que en lo político.
López es «un actor político con la emocionalidad que no tienen los otros», afirmó a la AFP la filósofa política Colette Capriles, para quien el ayuno fue una estrategia del político para diferenciarse de Capriles y otros opositores.
«Capriles apuesta a construir un liderazgo que atraiga a los chavistas, que no se sientan atemorizados. La estrategia de Capriles es mucho más exitosa a largo plazo», agregó.
A juzgar por el resultado de las primarias de la MUD para las legislativas del 6 de diciembre, Voluntad Popular es minoría frente al ala moderada que representan partidos como Primero Justicia, de Capriles, o Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo.
DC | AFP