Te alistas para una fiesta con tus familiares o amigos. Y si bien las primeras horas son las más divertidas, llega un momento de la noche en la que hay que debatirse entre seguir la celebración o volver a casa a descansar.
En el camino de regreso, son varias las ideas que se nos pasan por la cabeza. Te presentamos las que pudimos recordar, ¿tienes otras en mente?
Sin duda es la primera cosa en la que pensamos después de una noche divertida, pero agotadora. Contamos los minutos para bajar del taxi, entrar a nuestra casa, ponernos algo cómodo (si el cuerpo lo permite) y quedarnos dormidas casi al instante. Por favor, no dejes de quitarte el maquillaje, al día siguiente tu cutis lo agradecerá.
Las mujeres que están acostumbradas a usar tacones tienen más resistencia, pero las que no los usan constantemente lo único que querrán es sacárselos lo antes posible al terminar la fiesta. Llega un momento en que ya no importa si caminamos sobre grama, arena o la acera, pensar en volver a ponernos los zapatos es imposible.
No importa que tanto comamos antes de salir ni qué tan llenas de alcohol esté nuestra barriga, siempre tendremos hambre al salir de una fiesta. Si tenemos suerte encontraremos una arepera abierta. De no ocurrir, nuestro refrigerador sufrirá las consecuencias.
Hay que aceptar que cuando decidimos salir a celebrar medirse con el alcohol no es nuestra prioridad. En el momento todo es divertido pero cuando la música termina y las luces se prenden, caemos en la cuenta de lo mal que lo vamos a pasar al día siguiente por la resaca que nos dejará tumbadas en la cama.
Mientras que un grupo solo quiere irse a dormir, las más entusiastas piensan en buscar el siguiente punto para continuar con la fiesta. Depende del estado de ánimo que tengamos en ese momento, puede ser que aceptemos la propuesta de seguirla en nuestras camas, en la playa o en otro lugar.
En todo caso, no sufras demasiado y disfruta tu celebración.
Fuente: DC| EDM