Hoy vemos con asombro cómo suspendieron las actividades académicas en Barinas para que los docentes asistieran al inicio de campaña del candidato del gobierno. Suspensión de clases en esa entidad demuestra que a Maduro no le importa la educación de los niños. No tiene pueblo, perdió la calle y tiene temor de perder la silla prestada que ocupa.
Destacó que en Venezuela, la educación es reconocida como un derecho humano, por lo tanto corresponde al Estado garantizar la realización del derecho a la educación de todos los ciudadanos. Esto implica que el Ministerio de Educación, como ente rector del sistema educativo, tiene la responsabilidad de hacer todo lo posible para garantizar que nada afecte el derecho a la educación de todos y cada uno de los ciudadanos, derecho que, como lo establece nuestra Constitución, es a una educación de calidad, por lo que cada día y cada hora es importante, en especial para los sectores que tienen menores recursos, condiciones y oportunidades.
DElia reseñó que la suspensión reiterada de clases va en contra del carácter de prioridad absoluta que, por ley, tienen los niños, niñas y adolescentes. Ayer (lunes) se celebraron 13 años de la entrada en vigencia de la Lopna, un instrumento legal que fue diseñado para garantizar que los derechos de los niños fueran respetados, pero que para Nicolás Maduro y su combo, parece no tener mayor importancia, porque su única intención es mantenerse
en el poder y destruir el país. El CNE y el Ministerio de Educación, como instancias del Estado, deben agotar todos los esfuerzos y buscar alternativas para garantizar, entre otras cosas, los 200 días de actividades escolares que establece la Ley Orgánica de Educación.
DC/ Nota de prensa