Solemos pensar en Internet como algo de uso cotidiano para todos. Pero la realidad es otra: apenas 1 de cada 3 personas tiene acceso a la red. Eso está por cambiar: iniciativas individuales y de gigantes de la industria como Google y Facebook quieren llevar la posibilidad de conexión al alcance de todos. Y especialmente de quienes viven en los rincones más apartados del planeta. Esto, que parece tan positivo, tiene sus flancos riesgosos: se lo contamos en este reportaje.
DC | Efecto Naím