Reacciones encontradas en Miami tras anuncio de embajadas en EEUU y Cuba

La comunidad cubana de Miami expresó el miércoles reacciones encontradas al anuncio sobre la apertura de embajadas en Estados Unidos y Cuba.

Afuera de varias agencias en las que se tramitan viajes y envíos a la isla, algunos clientes dijeron estar esperanzados de que, más allá del aspecto diplomático, los cambios representen un alivio para sus bolsillos.

Unos consideran la medida como una oportunidad de que las dos naciones puedan negociar de igual a igual, pero otros opinan que permitir la apertura de embajadas es dar una tregua a un país que continúa irrespetando los derechos humanos de sus ciudadanos.

Ramón Saúl Sánchez, del Movimiento Democracia, dijo que las negociaciones entre los gobiernos no necesariamente toman en cuenta al pueblo.

“El pueblo de Cuba lleva 56 años pidiendo que se les escuche y nadie está abogando por ellos”, dijo Sánchez afuera del restaurante Versailles. “Estamos pidiendo que la voz del pueblo se tome en cuenta en las negociaciones y que se traten temas tan serios como la división familiar, los balseros que continúan muriendo en el estrecho de la Florida, la industria que se ha montado con la división familiar”.

Sin embargo Max Lesnik, presidente de la organización Alianza Martiana y quien por años ha abogado por el levantamiento del embargo, opinó que la apertura de embajadas facilitara la normalización de relaciones, lo que beneficiará a los “pueblos de ambas naciones”.

“Estamos viviendo tiempos de cambios históricos, que en el orden moral son una victoria para ambos pueblos”, dijo Lesnik, quien tiene estrechos lazos con La Habana. “En el aspecto práctico deberán seguir aperturas de consulados y una regulación del sistema migratorio entre los países, porque creo que eso hay que revisarlo”.

Agustín “Gus” García dijo que le sorprendió la apertura de embajadas, ya que no considera que la medida sea algo positivo para Estados Unidos.

“Cuando veo a una mujer afrocubana golpeada en las calles de Cuba, pienso que si eso mismo pasara en Alabama el presidente estuviera gritando que es una violación de los derechos civiles y un crimen”, opinó García. “Los valores a los derechos humanos son universales y parte de la democracia. Si tenemos que negociar nuestros principios no hemos ganado nada, sino que hemos perdido moralmente”.

Mientras tanto, Esmerido Medina, un cubano que lleva 12 años en Miami, y cuya madre está enferma en Cuba, espera simplemente que las llamadas sean menos costosas.

“Llamo todos los días a mi mama que está postrada en una cama y están caras las llamadas”, dijo Medina al salir de la agencia de trámites Va Cuba, en la calle 7 del noroeste, donde pagó $220 por una prórroga a su pasaporte. “Yo espero que tras 50 años todo esto mejore porque yo mismo sufrí mucho porque mi padre murió y a mi no me dejaron entrar a Cuba… y espero que eso no lo pasen más las personas”.

Los jóvenes cubanos Sandor Valdés y Franco Valdés dijeron en el Versailles que los sistemas totalitarios como el de Cuba funcionan a través del aislamiento.

“Una vez que se establecen contactos con otros países y se introducen reformas puede ser el comienzo del final, como vimos en la Unión Soviética”, dijo Sandor Valdés. “[La embajada en Cuba] tendrá un efecto caballo de Troya que el gobierno cubano no ha logrado discernir claramente”.

Su hermano Franco también está de acuerdo con la apertura de las embajadas, y dijo que “mucha gente en el exilio parece no darse cuenta de que este acercamiento puede dar pie a un cambio verdadero”.

Fuente: DC|ENH
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