Cerca de 120 personas han sido detenidas en los últimos días en Túnez por sus presuntos vínculos con el salafismo y el yihadismo, informó hoy el ministro tunecino de Relaciones Constitucionales y Sociedad Civil, Kamel Yendubi.
Yendubi reveló que las fuerzas de seguridad han desarticulado a varias células presuntas en actividades terroristas en el marco de las nuevas medidas impuestas tras el ataque llevado a cabo el pasado viernes por un yihadista en el hotel Marhaba Imperial de la ciudad costera de Susa, en el que murieron 38 turistas extranjeros.
«Los detenidos estaban en busca y captura por su relación con el radicalismo», recalcó.
Respecto al atentado del viernes en el hotel Marhaba Imperial, el ministro tunecino reveló que otras ocho personas han sido detenidas en las últimas horas por su presunta relación con el autor de la matanza, quien fue identificado como Seifedine Rezgui, de 23 años de edad.
Asimismo, funcionarios de Seguridad de Tunez indicaron que son ya 12 las personas arrestadas por su supuesta colaboración logística con el asesino.
Yendubi confirmó que «se ha movilizado a otros 1.370 policías para reforzar el dispositivo de seguridad» en las zonas turísticas y de playa.
El ataque, el más grave sufrido por Túnez en su historia moderna, se produjo cuando Rezgui se presentó en la playa del citado hotel y abrió fuego contra los turistas.
La policía tardó cerca de treinta minutos en neutralizarlo, tiempo en el que mató a 30 británicos, tres irlandeses, dos alemanes, un portugués, un ruso y un belga.
El presidente de Túnez, Beji Caid Essebsi, admitió que el ataque supuso una sorpresa, ya que estaban preparados para atentados en otros lugares, pero nunca pensaron que podría ocurrir alguno en una playa.
En este orden de ideas, Yendubi indicó que también se ha avanzado en el intento por recuperar el control de unas 80 mezquitas adscritas a interpretaciones extremas del Islam.
«Las autoridades ya han advertido a dos imanes para que cesen la instrumentación de las mezquitas», destacó.
Los dos clérigos son Ben Hassan, imam de la mezquita mayor de la localidad de Masaken, próxima la capital tunecina, y Ridha Bel Haj, portavoz del partido «Hizb el Tahrir» (Partido de la Liberación), formación fundada en los años cincuenta en Palestina y que fue la primera en gestar la idea de recuperar el califato.
Aunque su actividad ha sido siempre pacífica, de su filosofía nace la idea que ahora trata de implantar en Siria e Irak el grupo yihadista Estado Islámico (EI), cuyo líder, Abu Bakr Al Bagdadi, se autoproclamó califa en junio de 2014.
Además, su sede en la capital tunecina ha sido registrada en varias ocasiones desde el atentado yihadista perpetrado el pasado 18 de marzo en el museo El Bardo, en el que murieron 22 turistas extranjeros.
DC | EFE