Son más de 950 mujeres que se niegan a salir de la cárcel para evitar el traslado de los presos y resguardar su integridad física. Desde tempranas horas de la mañana, un grupo de 30 familiares se encuentran a las afueras del penal y exigen entrar como visita para verificar el estado de salud de los presos.
Las mujeres señalan que tienen el mismo derecho que los reos de Yare III, donde la visita se está desarrollando normalmente.
Las familias que están a las puertas de Yare I insisten en que hay más muertos adentro y que la ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, miente sobre el número de víctimas fatales. También temen que ocurra como en la crisis de El Rodeo, en la que nunca se supo el número exacto de fallecidos.