El Miss Universo: lleno de escándalos viejos y actuales

La polémica generada por las declaraciones de Donald Trump sobre los inmigrantes mexicanos, que ha terminado salpicando los concursos que produce, viene a engrosar la lista de escándalos asociados con los certámentes de belleza de su organización.

 

Entre los más recordados destaca el caso de Alicia Machado, Miss Universo 1996. A pocas semanas de su triunfo, la venezolana aumentó drásticamente de peso. Donald Trump llegó a describirla como «una máquina de comer». El magnate incluso llevó a Machado a un gimnasio llenó de fotógrafos y periodistas que certificaran que estaba cumpliendo con su rutina de ejercicios, algo que la ahora actriz de telenovelas describió como «humillante».

 

Otra venezolana, Dayana Mendoza, Miss Universo 2008, también protagonizó un escándalo a pocos días de su coronación, al revelarse que había posado desnuda para una firma de joyas.

 

Otra reina, esta vez estadounidense, Kelli McCarty (Miss USA 1991), generó titulares tras entregar su corona y dedicarse a la industria del cine porno, mientras en 2002, la rusa Oxana Fedorova fue despojada del titulo de Miss Universo por no «cumplir con sus obligaciones», aunque los rumores apuntaban a que estaba embarazada.

 

Más reciente, en 2012, la canadiense Jenna Talackova fue la protagonista de una gran controversia al ser descalificada del certamen por haber nacido hombre.

 

En la actualidad, la colombiana Paulina Vega, salpicada por el escándalo Trump, enfrenta la presión de varios sectores que piden su renuncia como Miss Universo en solidaridad con los mexicanos.

 

La joven de 22 años utilizó Instagram y Facebook para expresarse: «Como colombiana y como Miss Universo, quiero mostrar mi apoyo y avalar los sentimientos de la comunidad latina», dice la joven en su mensaje, en el que cataloga los comentarios de Trump de «injustos e hirientes».

 

«Si la Organización de Miss Universo compartiera algún sentimiento antilatino o cualquier tipo de prejuicio racial, yo no estaría en esta posición hoy», agregó.

 

 

Incertidumbre

 

Si bien hasta ahora las polémicas en las que se ha visto involucrado el certamen Miss Universo han afectado solo a sus protagonistas, el escándalo actual perjudica directamente la imagen y propósito del certamen. ¿Podría realmente esta polémica acabar con el Miss Universo, un certamen que cuenta ya con 64 años de existencia?

 

«Es posible. La coyuntura actual es muy, muy fuerte», manifiesta Diego Montaldo, periodista e historiador de concursos de belleza.

 

Para Montaldo, la opción más inteligente que podría tomar Trump para garantizar la supervivencia del evento sería «vender las franquicias».

 

Aún así, está claro que el problema del concurso, que tiene como grandes mercados a América Latina y Asia, es la asociación con Trump. Si de verdad esto llegara a marcar su fin, simplemente le abriría al paso a otras franquicias de este tipo en la región. Certámenes de belleza no faltarán.

 DC – ÚN
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