Las endorfinas son neuro-péptidos (pequeñas cadenas proteicas) que se liberan a través de la médula espinal y del torrente sanguíneo. Son opiáceos naturales del organismo que contienen propiedades analgésicas y estimulantes que hacen reducir sensaciones de dolor y estados de ánimos negativos, siendo hasta 20 veces más potentes que los medicamentos contra el dolor que se venden en las farmacias.
Hacer ejercicio, tener relaciones sexuales placenteras, comerse una barra de chocolate, mirar una puesta de sol o reírse un poco más, pueden ser elementos que contribuyan en el comienzo de la recuperación de muchos estados patológicos y no sólo emocionales, sino también biológico como un resfrío, el dolor de cabeza e incluso la calidad de vida en un cáncer.
Además, es responsable de bajar los niveles de cortisol, hormona que puede llegar a producir diabetes, aumenta la sustancia P (neurotransmisor), que tiene que ver con quitar y calmar el dolor, disminuye la adrenalina y la noradrenalina y hormonas características del estrés.
Para el Doctor en Psicología de la Universidad de Santa Mónica (California, USA), Vladimir Huber, el dejar de ser amargados y empezar por conocernos a nosotros mismos puede ser el puntapié inicial para poder gozar de esta verdadera “droga interna y natural” que todos podemos generar.
Otros de sus beneficios son:
La respiración holotrópica (técnica de autoexploración profunda y de psicoterapia experiencial), el tai chi, la acupuntura, masajes, hidroterapia, baños de vapor, el yoga, el reiki y las flores de bach son algunas de las terapias que ayudan a secretar endorfinas.
Fuente: DC|EmeDeMujer