Lo que importa de la constatación del hecho es que el sistema es vulnerable. Y que así como el PSUV se puso en las claves para hacer arrancar el sistema operativo de la máquina (cosa que a todos los que estamos denunciando fraude electoral en Venezuela, no nos asombra en lo absoluto, pues el CNE está ABSOLUTAMENTE parcializado hacia este desgobierno, que ahora le debe plata hasta a la ONU) ¿quién garantiza que ese CNE delincuencial (por violador de la ley y la Constitución) no altere resultados, en mesas cuya auditoría ciudadana no se cumpla o se cumpla de mentirita, con Plan República presenciando y controlando ese acto? ¿Quién garantiza que las máquinas de votación no sean sustituidas, cuando son mantenidas, luego de auditadas, en galpones bajo la custodia del Plan República? Por cierto, esta mañana, uno de los técnicos electorales por parte de la MUD, que más cuestionamientos ha recibido de parte de los críticos al sistema electoral venezolano, el Ing Félix Arroyo, pronunció esta frase (palabras más, palabras menos): Tiene que haber confianza en quien custodia las maquinas. Hasta ahora no se ha roto la confianza en la FAN que custodia las máquinas ¿Dónde vive Félix Arroyo?
Seguro que la MUD a lo que le teme, si dice que hay posibilidad de que se alteren los resultados, es a que eso genere abstención. Pero, a nuestro juicio, una vez hecha tan grave denuncia como la de ante ayer, ya es tarde para pararse a pensar en eso. O la mujer está preñada, o no lo está. La gente no es gafa y ata cabos… La MUD pudiera rectificar y decir lo que todos pensamos: no se trata de que sea la clave o el código binario , o el BIOS (o como se llame), en sí, el causante del fraude, pero la constatación de que puede haber manipulación no autorizada de las máquinas, sí podría serlo. Es decir, ya eso crea una duda más que razonable sobre la posibilidad de que, también, puedan ser alterados los resultados de una elección, porque el árbitro quedó al desnudo. No es árbitro, ¡es parte!. ¿Cómo, si no, obtuvo el señor del PSUV esa clave que le permitía activar la máquina?
La hoja de parra que cubría al CNE, ha caído. ¿Qué hacer? Pues exigir que unas máquinas que son vulnerables, no sean utilizadas el 14 A. Del candidato para abajo, todos, debemos exigirlo. Es NUESTRO DERECHO. No hay transparencia en el uso que hace el CNE de esas máquinas. La supuesta custodia de las mismas por una FAN (Plan República), cuya cabeza se declaró oficialista, no nos ofrece ninguna tranquilidad ¡Muchísimo menos cuando ese oficialismo, abiertamente apoyado por la cabeza de la FAN, nos ha dicho ya, claro y raspao, que mejor nos acostumbremos a cantar el himno nacional de Cuba !. Eso nos lo recomendó Earle Herrera, ayer. ¿No sería el canto del pajarito, en el supuesto de que el espíritu del difunto lo pudiese poseer, más bien una llamada de atención a que tampoco es para que entreguen, de esa forma tan grosera, la patria? .
Si llegado el 14 A no nos han retirado las máquinas, ya veremos qué hacemos. Tampoco tenemos por qué anticiparlo. Pero la exigencia ahora debe hacerse con una actividad de calle, tan apoteósica como la que se hizo para reclamar el derecho a circular tranquilamente en la ciudad, de noche. ¿O es que acaso ese derecho es más importante que el derecho a darnos un gobierno que sí se preocupe por darnos esa seguridad? . Henrique Capriles debe hablar claro. Debe decirnos a nosotros, su gente, que él ya nos indicará qué hacer el 14-A, si no nos quitan las máquinas, es decir, si votamos, igual, o nos abstenemos. La abstención deja de ser un problema para nosotros si Capriles la asume como suya. Y si, en cambio, sigue pidiendo expresamente que aun con máquinas manipulables, votemos y sigamos en los centros hasta que se concluya la última auditoría ciudadana y dependiendo de lo que eso arroje, se reconoce o no resultados, o que se reconozcan resultados sólo de las mesas que cuenten con Constancia de Verificación Ciudadana, pues no habrá abstención, pero sí garantías. Lo que no debe hacer nadie es proveerle al régimen Castro-comunista un paltó levita, cuando ya se le cayó la hoja de parra.