Fabio Capello dejó su cargo como técnico de la selección de fútbol de Rusia después de una racha de malos resultados que puso en peligro la clasificación del equipo a la próxima Eurocopa.
El presidente interino de la Unión Rusa de Fútbol, Nikita Simonyan, dijo el martes que la organización llegó a un «acuerdo consensuado» con Capello para rescindir su contrato a cambio de una compensación económica, cuyo monto no se especificó.
Capello deja el cargo después de tres años. Su intención era dirigir a Rusia cuando sea anfitriona del Mundial de 2018, pero empezó a sentir la presión cuando la selección no superó la fase de grupos de la Copa del Mundo del año pasado en Brasil.
También fue criticado por políticos rusos por su salario, que según informes de prensa es de siete millones de euros (7,7 millones de dólares) anuales.
Rusia ganó apenas dos de sus 10 últimos partidos, una racha que incluye una derrota 1-0 ante Austria el mes pasado que dejó al equipo tercero en su grupo por las eliminatorias de la Euro 2016, fuera de los puestos que clasifican automáticamente al torneo en Francia.
«El técnico responde por los resultados. Eso es totalmente justo», dijo Simonyan. «Los resultados y el desempeño del equipo obviamente no satisfacen ni a la sociedad ni a la dirigencia de la Unión Rusa de Fútbol. Creo que el técnico estuvo de acuerdo con eso».
Las deudas de la federación rusa habían provocado conjeturas de que el organismo no podría despedir a Capello, ya que su compensación sería de más de 21 millones de euros (24 millones de dólares), según reportes.
Capello pasó ocho meses sin recibir su salario, hasta febrero, cuando la federación saldó su deuda con un préstamo del magnate ruso Alisher Usmanov.
El sucesor de Capello se elegirá entre Leonid Slutsky, Kurban Berdyev y Yuri Syomin.
DC | AP