No importó el sol, la desesperación de las madres para conseguir el alimento de sus hijos las hizo esperar más de dos horas en las colas para registrarse en el primer censo para determinar la cantidad real de niños que necesitan acceso a las fórmulas lácteas.
La escasez y la especulación en la reventa de la leche provocó que los miembros de la organización Mami quiero mi tetero, vieran en el censo lo que podrían calificar como el primer logro de su lucha, sin embargo, la mayoría de las asistentes manifestaron la poca fe que le tienen al proceso, aseguraron que mientras continúe el «bachaqueo» habrá escasez.
“Yo no entiendo para qué es el censo si igual existirá el problema de los «bachaqueros» en los supermercados, mientras dejen a la gente pernoctar en los mercados este problema va a existir, porque el asunto no es de forma sino de fondo, mientras no se erradique eso seguiremos igual, se supone que está prohibido quedarse en los supermercados pero uno llega a las 4.00 de la mañana y el grupo de personas que está ahí te dice que te toca el 160 y cuando entras no consigues nada” comentó Noelia Carroz, madre de un lactante.
Esperanzadas
Vinerley Galúe, madre de un bebé de seis meses, aseguró que participó en el censo por fe, más que por creer que esa la solución a la escasez, aseguró que se las ingenia para comprar la leche de su hijo, pidió garantizar todo lo necesario para los bebés.
“Estoy haciendo la cola por hacerla, a ver si es verdad que esto va a funcionar pero no creo, de hecho hasta aquí en la cola hay «bachaqueros». Ese es el verdadero problema, mi bebé tiene seis meses y compro la leche en distintas partes de Venezuela, hasta fuera del país y la verdad es que ellos no necesitan solo el alimento, también pañales, champú, toallas húmedas, compotas, todo lo deben garantizar”.
Por su parte, Iosmar Chaparro, madre de un bebé de un año, manifestó que para ella conseguir el alimento para su hijo implica un sacrificio y un golpe al bolsillo.
“Buscar la leche es un sacrificio, la esperanza y la fe es lo último que se pierde, esperemos que con esto logremos conseguir más las fórmulas porque ahorita es difícil; en mi caso, trabajo, salgo a las 5.00 de la tarde y hago colas en vano porque a esa hora no consigo nada. Tristemente me toca comprar la leche ‘bachaqueada’ y los venden en 1500 y 2500, el sueldo solamente es para comprar el pote de leche y el paquetico de pañales”, agregó.
Asistencia masiva
Enny Rivera, miembro de la organización Mami quiero mi tetero, indicó que el llamado fue acatado por las madres, aseguró que más de 500 personas fueron registradas en la primera jornada del censo, destacó que luego de las conversaciones en las mesas de diálogo con la Gobernación “cedieron un poco las protestas” destacó que no significan que vayan a terminar.
“Estoy contenta porque a pesar de los tropiezos que hemos tenido, el censo ha sido satisfactorio, asistieron bastantes madres de Maracaibo y otros municipios, esperemos, con el favor de Dios, que la Gobernación nos dé respuesta a toda esta situación que estamos viviendo. Estamos sentadas en mesas de diálogo con la Gobernación y hay que ceder un poco, esto no quiere decir que nosotros nos vamos a calmar, si no vemos solución, obviamente, vamos a volver a la calle y a volver con la propuesta de ir hasta la casa del gobernador o a donde sea que tengamos que ir para que nos escuchen”.
¿Y después del censo?
Ernesto Daboin, miembro del equipo de apoyo en la logística y organización del censo y funcionario de la Secretaría de Desarrollo Social de la Gobernación, informó que la data recabada este sábado será entregada a la Gobernación del estado y cotejarán la información con otros datos.
“Esta data, que la va a recibir la Gobernación del Zulia, se va a cruzar con la que ya se tiene, de las personas que han sido, de alguna manera, identificadas con el contrabando de extracción de alimentos, para entonces sincerar una data, para que las madres padres y representantes tengan acceso a la leche sin problemas”.
Aseguró que los resultados estarán listos la próxima semana, destacó que las fórmulas serán distribuidas en función a la cantidad que manejen las empresas privadas encargadas de la fabricación y distribución.
“La empresa privada es la que tiene que asumir un compromiso real y sincero con la comunidades, primero debe planificar la producción de alimentos para lactantes y segundo que la distribución se haga en los centros de fácil acceso y que sea una distribución sincera, que se puedan establecer controles. Es importante resaltar que el trabajo es comunidad, empresa privada y Gobierno, si los tres en perfecta sintonía trabajan se logran acuerdos», añadió.
DC – LV