«La solidaridad del pueblo argentino y el trabajo asociado nos han permitido distribuir más de 1.050 toneladas de ayuda humanitaria, alcanzando a más de 100.000 personas damnificadas», dijo la institución humanitaria en su página web.
Caravanas de vehículos que transportan donaciones de todo el país llegaban este lunes a la ciudad, capital de la provincia de Buenos Aires (centro-este), el mayor distrito con 16 millones de habitantes.
Un diluvio sin precedentes dejó bajo el agua hace una semana a la cuarta parte de La Plata, una de las más grandes ciudades argentinas, con 900.000 habitantes, según reportes del gobierno comunal.
Unos 150.000 pobladores fueron afectados en forma directa por la inundación y otras 200.000 indirectamente por vivir en zonas aledañas a las que sepultó el agua, según la comuna.
El temporal también alcanzó a la ciudad de Buenos Aires y su periferia, con otros 350.000 afectados y ocho muertos, de acuerdo al balance oficial.
La Cruz Roja informó también que «el plan de recuperación llevará tres meses», tiempo que el organismo estima para que vuelvan a su vida normal los damnificados directos.
Miles de voluntarios de organizaciones no gubernamentales y políticas trabajan a diario en la asistencia de las víctimas del desastre.
La inundación dañó o arrasó casi 60.000 viviendas, un 25% del total de La Plata, un importante centro comercial, industrial y universitario, informó la comuna.
Autoridades meteorológicas de La Plata midieron el martes pasado una marca histórica de 400 milímetros de agua en menos de seis horas durante el diluvio.
Sin embargo, urbanistas e ingenieros en hidrología coincidieron la semana pasada en afirmar que el crecimiento sin control de la edificación en Buenos Aires y La Plata fue una de las causas principales de la catástrofe.
DC/AFP