Los banqueros de Panamá se reunirán el 16 y 17 de noviembre próximo con sus corresponsales y el Tesoro de Estados Unidos para buscar soluciones a la suspensión de relaciones motivada por la lista gris del GAFI.
La cita, a la que también acudirán bancos de Centroamérica, fue solicitada por el Gobierno de Panamá «en atención a la realidad especial del país, que no tiene banca central», y ante la suspensión de las corresponsalías en EE.UU. desde que, en 2014, el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) lo incluyó en su lista.
Así lo explicó hoy la viceministra panameña de Finanzas, Eyda Varela de Chinchilla, durante su intervención en el inicio de la 24 Convención Bancaria de Panamá, que se celebrará en la capital panameña hasta el próximo viernes.
La inclusión de Panamá en la lista gris es por «no colaborar con la transparencia en el combate al blanqueo de capitales y prevención de la evasión fiscal», según lo explicó el GAFI luego que el Fondo Monetario Internacional (FMI) evaluó al país en 2012 y dictaminó que sólo cumplía una de las llamadas «40+9» recomendaciones con ese fin.
La viceministra Varela expuso que Panamá «cumplió ya la totalidad de las recomendaciones» de cambios legales impuestas por el GAFI como requisito para retirar al país de la lista gris. El país está ahora «en la etapa de reglamentación» de la principal ley, que es la de combate al blanqueo, prevención de la financiación del terrorismo y de las armas de destrucción masiva.
Son siete las leyes aprobadas, que ya fueron expuestas en mayo pasado ante el grupo de revisión del GAFI en Nueva Zelanda, para luego en octubre próximo presentarle el plan completo de acción y solicitar una visita al país.
En la plenaria del GAFI de febrero de 2016 «se espera la remoción de Panamá de la lista gris», sostuvo la alta funcionaria. Es por ello, acotó, que Panamá solicitó la reunión para el 16 y 17 de noviembre con el Tesoro y los bancos corresponsales de EE.UU. y los principales bancos regionales de Centroamérica, para analizar cómo superar la situación que viven una veintena de bancos privados panameños que han quedado sin quien los represente en el exterior.
«Esto en atención a la realidad especial de Panamá, un país dolarizado y sin banca central», por lo que al perder los corresponsales bancarios se le dificulta completar transacciones de sus clientes.
DC | EFE