Miami, la capital del exilio cubano, parece un lugar ideal para abrir un consulado ahora que Cuba ha reanudado relaciones diplomáticas con Estados Unidos. La ciudad, sin embargo, no demuestra demasiado interés en albergar un consulado y Tampa está asomando como una posible alternativa.
Es de prever que Cuba abrirá consultados en varias ciudades de Estados Unidos ahora que tiene embajada en Washington. Y Miami parecería un sitio obvio para albergar uno. El condado Miami-Dade tiene casi un millón de cubanos, la concentración de ciudadanos de ese país más grande después de la de La Habana.
La perspectiva de los cubanos de Miami, sin embargo, está muy influenciada por quienes huyeron de la revolución castrista de 1959 y cinco décadas después de ese hito, la idea de tener un consulado no les entusiasma demasiado.
Tampa, en cuyo condado Hillsborough residen unos 70,000 cubanos, tiene una relación igualmente antigua con Cuba, pero más ligada a la guerra entre España y Estados Unidos de 1898, que despejó el camino para la independencia de la isla. Los líderes de la ciudad ven la reanudación de las relaciones con Cuba como una oportunidad de promover los lazos económicos y, en ese contexto, un consulado la caería de perillas a Tampa.
«Consideraciones prácticas indican que Miami es el lugar», afirmó Sebastián Arcos, vocero del Instituto de Investigaciones sobre Cuba de la Universidad Internacional de la Florida, ubicado en las afueras de Miami. «La mayoría de los cubanos que necesitan servicios consulares están sin duda aquí, en Miami. Pero hay razones políticas que hacen que eso resulte complicado».
Antes de la ruptura de relaciones diplomáticas había consulados cubanos tanto en Miami como en Tampa.
La representante republicana Ileana Ros-Leihtenen es una de varios políticos de Miami que se oponen al consulado. Tampoco les gusta la idea a los representantes locales de origen cubano Mario Díaz-Balart y Carlos Curbelo, y al alcalde de Miami Tomás Regalado.
Muchos de los cubanos de la zona le escaparon a la revolución de Fidel Castro o son descendientes de quienes lo hicieron. Algunos son parientes de personas que murieron luchando contra ella o a las que les confiscaron sus bienes. Otros se fueron durante el éxodo del puerto de Mariel en 1980.
Cinco espías cubanos que se infiltraron en organizaciones anticastristas en la década de 1990 residieron aquí y hay quienes creen que suministraron información que permitió a aviones cubanos derribar dos avionetas Cessna de Hermanos al Rescate en 1996, causando la muerte de cuatro cubano-estadounidenses que tenían la misión de tirar panfletos anticastristas en la isla. Los aparatos estaban a kilómetros de La Habana, posiblemente en aguas internacionales.
«Un consulado cubano es una base para realizar espionaje. No creo que sea algo de lo que uno puede sentirse orgulloso», declaró Ros-Leihtenen.
Pero del otro lado de la península, en Tampa, a cuatro horas de auto de Miami, las autoridades se relamen pensando en la posibilidad de que abra un consulado y la Cámara de Comercio local encabeza los esfuerzos por traer uno. Esta ciudad portuaria ha cortejado a los cubanos con mucho más énfasis que Miami.
Bob Rohrlack, presidente y director ejecutivo de la cámara, dijo que Tampa puede presumir de una conexión cultural que data de la época de José Martí, el líder de la lucha por la independencia de Cuba, que vivió en la ciudad a fines del 1800 y planificó allí su estrategia revolucionaria. En el barrio Ybor City hubo alguna vez 200 fábricas de puros y se lo considera el sitio donde nació lo que se dio a conocer como el «sándwich cubano», con jamón, queso y carne de cerdo.
Rohrlack dijo que la «antigua amistad histórica» de Tampa con Cuba hace que resulte la mejor alternativa y opinó que el gobierno cubano podría analizar la actitud de la comunicad hacia el consulado a la hora de tomar una decisión.
«Analizarán las posturas de las comunidades, si han sido antagónicas o cooperadoras», manifestó. «Tenemos un buen historial».
Rohrlack pronosticó que la apertura de un consulado podría tener algún impacto económico, pero indicó que no se ha hecho estudio formal alguno.
«Por ahora no pasa nada con el consultado», declaró. «Simplemente nos estamos asegurando de que nos tomen en cuenta».
El gobierno cubano no ha hecho anuncios oficiales sobre futuros consulados, aunque José Ramón Cabañas, jefe de la Sección de Intereses de Cuba en Washington, dijo en una reciente entrevista que estaban conscientes de la gran cantidad de cubanos que viven en Miami-Dade.
«Hemos escuchado a nuestra comunidad en Estados Unidos, que ha informado de la necesidad de tener un servicio más allá de Washington», expresó.
DC | ENH