Las playas y piscinas son los sitios más visitados cuando llegan las vacaciones. Disfrutar de una mañana al sol, de partidas de volley-ball o de caminatas por la orilla del mar son actividades excelentes que permiten recrearse y descansar. Sin embargo, al ir a estos lugares con los más pequeños de la casa las cosas cambian y hay que estar atentos, como padres o adultos, para evitar accidentes.
Si tienen algún viaje planeado en familia a playas, ríos, lagos o piscinas te sugerimos seguir estos consejos:
- Supervisa a tus hijos y otros niños de cerca cuando jueguen o naden en el mar, lagos, ríos y piscinas, especialmente si son pequeños.
- Asigna un supervisor cuando los niños estén en la piscina o en la playa. Esta persona no debe estar leyendo o distraída con el celular.
- Asegúrate de que utilicen chalecos salvavidas o flotadores cuando sea necesario y de que estos estén bien asegurados.
- Respeta los carteles de zonas de prohibición de baño.
- Asegúrate que tus niños no coman ni mastiquen chicle cuando estén en el agua, ya que podrían asfixiarse.
- Evita nadar en aguas turbulentas o profundas.
- Mantén a los niños lejos de drenajes de piscinas, tubería u otras aperturas para evitar que queden atrapados.
- Si tienes piscina en casa, instala alrededor de ella una valla protectora. Coloca una cubierta de seguridad cuando nadie la utilice. Estos cobertores deben cumplir con normas de seguridad. Si no las conoces pregunta a tu proveedor de servicios de piscina.
- Toma clases de resucitación cardiopulmonar (CPR).
- Inscribe a tus niños en clases de natación si aún no saben nadar. Si tú tampoco lo sabes hacer, aprovecha y toma el curso para que también aprendas a nadar.
Recuerda, la educación es parte fundamental del ser padres, así que desde muy temprano comienza a enseñarles cómo manejar situaciones de emergencia.
Fuente: DC| EDM