En relación al volcán submarino Kick em Jenny en Granada, este lunes el Centro de Investigación Sísmica de la Universidad de West Indies, con sede en Trinidad y Tobago, informó que ha disminuido la actividad sísmica por lo que bajó de alerta naranja a alerta amarilla, con este nueva alarma se descarta un posible tsunami en todo el territorio nacional, afirmó José Ricardo Muñoz González.
El director de Protección Civil (PC) Maracaibo, explicó a Diario Contraste que es imposible que se produzca un maremoto en la ciudad, “los movimientos litosféricos han disminuido, por lo tanto la alerta amarrilla nos indica los pasos a seguir ante una posible eventualidad”.
Este volcán que ubicado a 8 kilómetros de la costa de Granada y a una profundidad de 120 metros fue descubierto en 1936 y ha permanecido en constante movimiento, la última amenaza grave ocurrió en el 2001, sin embargo no hubo erupción.
Aunque la actividad sísmica disminuyó, la grafica térmica del volcán sigue igual, esto indica que el volcán ha empezado a entrar en calma, acotó Muñoz.
En el caso particular de Maracaibo “es improbable que ocurra un tsunami, en el caso peor de una erupción con una alerta máxima se produciría un fenómeno denominado –Secher-, que no es más que una inundación”, la cual afectaría a las parroquias Luis Hurtado Higuera, Manuel Dagnino, Coquivacoa, Cristo de Aranza, Bolívar, Idelfonso Vásquez, Santa Lucia, Olegario Villalobos, agregó Muñoz.
Secher es un evento de la naturaleza ocurre cuando un tsunami se dirige a formaciones rocosas que en sí forman un embudo (como el del golfo de Maracaibo) y revientan con fuerza en la orilla
El comandante José Muñoz, explica que este fenómeno ha ocurrido otras veces en Maracaibo y podría volver a ocurrir. «En Venezuela han ocurrido 27 Sechers. El más famoso fue el ocurrido en Nueva Kadiz, ahora llamada Cuguagua, ubicado en Nueva Esparta que dejó bajo agua a todo un poblado».
De ocurrir este fenómeno PC Maracaibo cuenta con un plan de contingencia, para trasladar a las personas afectadas a puntos de concentración mientras el agua retorne al lago.
DC | Arianna Romero