Ocho personas de una misma familia fueron secuestradas y asesinadas en el llamado Triángulo Dorado, una zona del norte de México con fuerte presencia del narcotráfico, informaron este miércoles autoridades locales que fueron alertadas por un noveno integrante de la familia que logró escapar del rapto.
Según las primeras investigaciones, un comando armado con vestimenta militar y los rostros cubiertos secuestró el domingo pasado a nueve miembros de la familia Martínez mientras viajaban en una camioneta en los alrededores de la comunidad de Casa Quemada, en el estado de Chihuahua, fronterizo con Estados Unidos.
Uno de los raptados logró escapar de sus captores y alertó a las autoridades, que desplegaron un fuerte operativo militar en la zona.
Este miércoles, en un camino rural cercano a la comunidad de Dolores, fueron hallados «tres cuerpos» de sexo masculino de entre 18 y 25 años de edad que corresponden a los miembros de la familia, informó la Fiscalía General del Estado en la zona sur, al precisar que «fueron personas que circulaban por una brecha quienes vieron a las víctimas».
El martes, las autoridades hallaron a los otros cinco integrantes de la familia cuyos cadáveres fueron abandonados en diferentes puntos de Casa Quemada. Entre ellos se encontraban dos menores de 15 años, y todos estaban decapitados.
Algunos testimonios aseguran que la familia venía de cortar leña y hongos en esta zona serrana, mientras que otros aseguran que custodiaban sembradíos de droga.
Casa Quemada se encuentra en los límites de los estados de Chihuahua, Durango y Sinaloa, un territorio en el que abundan los cultivos de amapola y marihuana y que es conocido como el Triángulo Dorado del narcotráfico por su difícil acceso y localización clave para el tráfico a Estados Unidos.
Algunos aseguran que las agrestes montañas de esta región sirven de escondite al capo Joaquín «El Chapo» Guzmán, líder del poderoso cártel de Sinaloa y quien se fugó por segunda vez de una cárcel de máxima seguridad el 11 de julio.