Aproximadamente 8.000 cubanos han pasado temporalmente por Panamá este año para atravesar Centroamérica y México, y llegar a Estados Unidos o Canadá, informó el Servicio Nacional de Migración.
«Este año van casi 8.000 (cubanos)», dijo en una televisión local el director de Migración, Jesús Carrillo.
Los cubanos vuelan de manera legal desde la isla hasta Ecuador, un país «que no les pide visa para entrar», y atraviesan vía terrestre todo el continente hasta llegar a Estados Unidos o Canadá.
Como no hay ninguna carretera que atraviese la selva del Darién y que comunique Colombia con Panamá, los cubanos cogen barcas hasta La Miel, una playa del caribe panameño del pueblo Puerto Obaldía, al que solo se puede acceder por mar.
Allí son recibidos por el Servicio Nacional de Fronteras de Panamá (Senafront), «filiados» e informados de que tienen una semana para abandonar el país centroamericano para no entrar en una «situación de ilegalidad», precisó el funcionario.
Los cubanos son los únicos ciudadanos en el mundo que «nada más pisar territorio estadounidense» reciben permiso de residencia, un «privilegio» que termina convirtiéndose en un «estímulo», explicó el director panameño de Migración.
El paso de ciudadanos cubanos por Panamá es un fenómeno que ha ido «incrementándose a pasos agigantados en los últimos tiempos», según el funcionario, por el temor de los cubanos a que su situación legal en Estados Unidos cambie con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas.
Los 8.000 cubanos se suman a las casi 3.000 personas procedentes de África y Asia que han pasado por Panamá en lo que va de 2015 y que proceden en su mayoría de India, Pakistán, Camerún o Burkina Faso, y llegan al continente americano en vuelos que aterrizan principalmente en Brasil o Perú.
A diferencia de los ciudadanos de Cuba, estos migrantes disponen todavía de menos recursos y se ven obligados a atravesar a pie la peligrosa selva del Darién.
El mes pasado, cinco ciudadanos de Ghana (África) perdieron la vida al cruzar un río en la jungla.
Fuente: DC|EFE