A una semana del primer debate televisivo de los precandidatos republicanos, cada cual con su panoplia de diferencias sobre política exterior, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton llega el viernes al sur de Florida para pronunciar su primer gran discurso sobre el tema y, a la vez, clavar ‘una lanza en África’ al abordar, en particular, la nueva política de Estados Unidos hacia Cuba y el deshielo entre los dos países en el hogar del exilio cubano, los ‘niños queridos’ de los republicanos.
El tema principal no podría ser más controvertido: hay que acabar con el embargo económico a Cuba decretado el año 1961 tras la nacionalización de las propiedades estadounidenses en la isla comunista pero que, con el pasar del tiempo, se ha transformado en un engorro para Estados Unidos y en una religión para los nostálgicos del anticastrismo, que anda de capa caída desde que el 17 de diciembre ambos países decidieron proceder a un deshielo en sus relaciones.
Este jueves, la campaña distribuyó un comunicado donde anticipa que en el discurso que pronunciará en la Universidad Internacional de la Florida, Hillary Clinton «destacará que la postura republicana de oponerse a todo esfuerzo de mejorar relaciones y contactos fueron políticas fracasadas, (por lo cual) debemos mirar al futuro para lograr llegar a los cubanos y abordar la cuestión de los abusos de derechos humanos».
Aunque durante las campañas presidenciales del año 2000 y 2008 Clinton se manifestó siempre en contra de una mejoría de las relaciones con la isla, en su libro de memorias, ‘Hard Choices’, ha escrito que mientras fue secretaria de Estado de la primera administración del presidente Barack Obama, sugirió al mandatario explorar una aproximación incluyendo acabar con el embargo económico.
«Desde 1960, Estados Unidos mantuvo un embargo contra la isla con la esperanza de sacar a (Fidel) Castro del poder, pero la verdad es que lo único que ha logrado es darle argumentos para acusar a sus adversarios de sus problemas económicos», ha escrito.
«Al final de mi (paso) por la Secretaría de Estado, recomendé al presidente Obama que procediera a una revisión del embargo (económico). No estaba logrando sus objetivos y perjudicaba nuestra agenda en América Latina. Tras 20 años observando y lidiando con las relaciones EEUU-Cuba, me pareció que deberíamos cambiar el rumbo y colocar en los Castro la responsabilidad de explicar por qué se mantuvieron antidemocráticos y abusivos», ha enfatizado Clinton en el libro.
Sin embargo, todavía no ha terminado de aterrizar y ya la precandidata demócrata ha comenzado a ser criticada por el sector republicano. El senador cubanoamericano Marco Rubio ha expresado en otro comunicado, que su rival demócrata ha cometido «otro grave error» porque «las concesiones unilaterales a los Castro apenas consolidarán un régimen brutal y antiestadounidense a 90 millas de nuestras costas».
«Hillary Clinton siempre criticó el levantamiento de sanciones a Cuba el 2000 y el 2008, a punto de asegurar que jamás se reuniría con Raúl Castro hasta que no hubiera evidencias palpables de un cambio político. Bueno, pues no ha habido cambio alguno y esto es apenas otro ejemplo de cómo Hillary Clinton coloca sus necesidades políticas por encima de hacer lo que es correcto», ha comentado Emily Benavides, la portavoz de la campaña del ex gobernador de Florida, Jeb Bush.
DC | EM