El paisaje como gran protagonista del arte y representado en una exposición de 100 obras de artistas británicos procedentes de los fondos de la Tate Gallery de Londres rinde por estos días un homenaje a la Pinacoteca de Sao Paulo en sus 110 años de actividades.
Expuestas desde mediados de julio y observadas ya por unos 20,000 visitantes del centenario museo brasileño, las obras retratan el paso de los pintores británicos por momentos particulares de la historia del arte.
Las obras muestran tanto a pintores clásicos como a los neo-románticos y ayudan a entender la fama de las pinturas paisajísticas asociadas al territorio británico.
La exposición «El paisaje en el arte: 1690-1998», organizada por la Tate y la Pinacoteca paulista pone al público brasileño en contacto con paisajistas como William Turner (1775-1851), John Constable (1776-1837), Ben Nicholson (1894-1982), Richard Long (1945) y George Stubbs (1724-1806), entre otros.
La muestra registra, además de los paisajes de Gran Bretaña, su transformación junto con el arte a través de los siglos, en la que es posible conferir lo bucólico de los campos pastoriles con la llegada de la industria que caracterizó al Reino Unido.
«Es curioso pensar como el paisaje vivo se convierte en el modo de expresión más característico de las obras de los artistas británicos», explicó el comisario de la Pinacoteca, Giancarlo Hannud.
Además, las expresiones artísticas británicas de la época registraron las más sublimes haciendas de la nobleza en retratos llenos de detalles de la formación territorial que comenzaron los romanos, como en obras impresionistas que denotan esa interpretación de territorio desde la morada de los pintores.
Una de ellas es la pintura de John Martin, La destrucción de Pompeya y Herculano, de 1822 y restaurada em 2011, que interpreta la tragedia que destruyó Pompeya por medio del mar de lava expelida del volcán Vesubio desde la perspectiva británica.
En la pintura a óleo, el rojo vivo del mar de lava es traducido libremente por Martin de manera apocalíptica bien detallada y da la sensación al visitante de estar presenciando lo que sucedió.
«Es impresionante y no dan ganas de dejar de mirar, pues son tantas minucias», destacó el visitante a la exposición Fúlvio Freitas, quien aprovechó un intervalo de su trabajo para escaparse a ver la muestra.
Entre texturas, juego de sombras y riqueza de detalles, los paisajes realistas llegan hasta servir como «mapa» del territorio británico de la época, representados como metáforas artísticas.
«La importancia de esta exposición es que el público puede ver obras que no vería de otra manera, pues son obras muy importantes, que raramente viajan», apuntó Hannud.
Para el comisario, «es interesante notar la relación de Gran Bretaña con su paisaje y entender así el nuestro (brasileño), porque no tenemos grandes paisajistas y nuestro paisaje es increíble».
Con comisaría específica de Richard Humphreys, la muestra está dividida en nueve partes: Descubriendo Gran Bretaña, Sueños pastoriles, La visión clásica, Romanticismo, Fidelidad a la naturaleza, Impresionismo, Redescubriendo a Gran Bretaña, Un nuevo romanticismo y Nuevos paisajes, viejos paisajes.
La exposición gratuita permanece en Sao Paulo hasta el 18 de octubre sin previsión de ser llevada a otros espacios culturales del país suramericano.