¿Has puesto atención a los dibujos que hace tu hijo? Bellos, feos, desordenados… La verdad no importa, ya que la clave está en cómo los hace.
Según afirmaron investigadores del King’s College London en un artículo publicado en Psychological Science, los dibujos que realizan niños de 4 años podrían revelar cómo será su inteligencia a los 14. Lo importante es que al dibujar la figura humana, ésta tenga todas sus partes (cabeza, nariz, boca, brazos, etc.) presentes y en la cantidad correcta.
Para llegar a esta conclusión, estudiaron a 7.752 pares de gemelos y mellizos, llegando a un total de 15.504 niños, y descubrieron que cuanto más completa esté la figura, su nivel de inteligencia será mayor. Sin embargo, también indicaron que esta medición está directamente relacionada con los genes que portan.
Es decir, el vínculo entre los dibujos y la inteligencia es genético.
El test del dibujo data de los años 20, fecha en que se había usado solo para evaluar la inteligencia de los niños a los 4 años.
«Lo interesante es que hemos descubierto que el grado de inteligencia que se manifiesta a esa edad está relacionado en cómo serán después», afirmó Rosalin Arden, autora del estudio.
Eso sí, advirtió que el hallazgo no significa que los papás deben preocuparse si los pequeños dibujan mal -sin manos, piernas u orejas-, ya que la especialista explicó que la habilidad para dibujar no determina la inteligencia, sino que ella interfieren otros factores como genéticos y medioambientales que serán clave para el desarrollo de su intelecto.
«Gen del dibujo»
La investigación estudió el componente hereditario en gemelos y mellizos concluyendo que los dibujos de los gemelos eran más parecidos, que los de los mellizos.
Esto debido a que los gemelos comparten todos sus genes, mientras que los mellizos sólo la mitad, aunque cada par recibe la misma educación, ambiente familiar y cuenta con los mismos materiales.
Sin embargo, aseguran que no es que exista necesariamente un «gen del dibujo» que produzca a verdaderos artistas en serie, sino que la habilidad de un niño para dibujar viene de otras fuentes como la capacidad de sostener el lápiz, la observación y su dedicación, entre otras.
«Estamos muy lejos de entender cómo los genes influyen en todo este tipo de comportamientos, pero sí está claro que existe una importante relación con los genes», señaló la autora.
¿Son tan determinantes?
«A través de los dibujos mostramos a los demás qué es lo que hay en nuestra mente. Esta capacidad para reproducir figuras es una habilidad única del ser humano y una señal de nuestra habilidad cognitiva, de una manera similar a la acción de escribir, que permite a la especie humana almacenar información y construir la civilización», describió la investigadora Rosalin Arden.
Desde esa misma perspectiva, la psicóloga Claudia Moya, especialista en niños (claudiamoyad@gmail.com) concuerda que los dibujos son una representación, proyección del niño o adolescente respecto a su mundo interno, su constitución subjetiva.
«Sin embargo, la inteligencia no se relaciona sólo con lo cognitivo sino también con la capacidad de lograr adaptarse al contexto, por lo cual lo emocional y afectivo está estrechamente relacionado», afirma.
Por lo tanto, subraya Moya, si emocionalmente un niño, adolescente o adulto no se encuentra estable, alterará su rendimiento cognitivo. Por esta razón, llama a los papás a revisar los dibujos en casa, simplemente como una forma de expresión o una representación del trabajo psíquico que transita.
«Pero sólo un profesional experto podrá evaluar a través de los dibujos, entre otros materiales, si cursa un desarrollo saludable o conflictuado. Además, podrá detectar de qué recursos cognitivos, emocionales y afectivos, dispone, o que recursos puede movilizar», declara la psicóloga.
La especialista enfatiza que no es lo mismo el dibujo utilizado como prueba proyectiva dentro de proceso psicológico, que los dibujos libres de niños en las escuelas u hogares.
Porque, además, los niños, niñas y adolescentes mostrarán sus dificultades, inhibiciones y conflictos no sólo a través de los dibujos. Es decir, hay que dejar a los niños que dibujen, pinten, creen y no hacer tanto caso, por ejemplo, a lo que afirman los estudios, que dibujar manos grandes se relaciona con maltrato, porque no todos los niños que dibujen manos grandes son víctimas de violencia. Aunque claro, siempre habrá que estar atentos.
«Ahora, ¿qué es dibujar mal? Algunos niños, niñas y adolescentes tienen facilidad para dibujar y otros no, lo que no se relaciona con una connotación negativa», asegura Claudia Moya.
DC | GDA