No todo fue bonito en el clásico del Caracas vs Táchira, disputado este domingo 2 de agosto: incluso el homenaje a Rey durante el descanso se vio empañado, en parte, porque la atención de muchos estuvo puesta en las irregularidades que sucedían por detrás del sector norte de la grada, donde se ubicó, como siempre, a los aficionados visitantes.
Este partido, como el anterior clásico, estaba siendo observado en directo por la comisión de la Asamblea Nacional encargada de darle forma al proyecto de Ley contra la violencia en el Deporte.
Caracas apostó por repetir la fórmula del Clausura en su operativo de seguridad y era lógico, aquella vez funcionó con mínimos lunares. Eran 1.200 efectivos de seguridad pública (Guardia Nacional, Policía de Caracas y Policía Nacional Bolivariana) acompañados por 300 personas más entre seguridad privada y protocolo.
Durante el segundo tiempo también unos desadaptados trataron de burlar el dispositivo de seguridad, y quedó justificada la zona de distensión, ese espacio vacío en la curva norte que evita que coincidan las aficiones rivales.
DC|EL